Ayer 27 de noviembre, 50 militares invadieron y ocuparon el complejo de la Catedral de Cristo Rey para utilizarlo como base y refugio.
Redacción (28/11/2023, Gaudium Press) El obispo Mons. Celso Ba Shwe, de Loikaw, –capital del estado de Kayah, en el este de Myanmar–, algunos sacerdotes, monjas, decenas de ancianos y personas con discapacidad física, que habían tomado refugio en la catedral debido a la guerra civil en curso se vieron obligados a abandonar el lugar tras su ocupación por el ejército birmano.
En la noche del 26 de noviembre, los militares dispararon deliberadamente proyectiles de artillería contra el centro comunitario varias veces, alcanzando el techo de la capilla del centro pastoral. Los soldados intentaron entrar al complejo de la catedral pero se marcharon tras las quejas de los funcionarios de la iglesia.
Por motivos de seguridad y de mutuo acuerdo, ellos decidieron abandonar el Centro Pastoral. En un comunicado, el obispo informó que, “poco antes de la salida, ayer 27 de noviembre, vinieron 50 soldados y ocuparon el edificio para utilizarlo como base y refugio”. El ataque se produjo el día después de la fiesta de Cristo Rey, que solía atraer a miles de personas anualmente.
Unas 300.000 personas viven en el estado de Kayah, el estado más pequeño de Myanmar, predominantemente montañoso, y que cuenta con aproximadamente 93.000 católicos.
Debido a los constantes ataques del ejército tras el golpe de Estado de noviembre de 2021, la gente de las ciudades y del campo está huyendo de sus hogares y dirigiéndose a diferentes lugares. “Algunos huyeron al norte del estado o a otros lugares del estado de Shan. Entre los refugiados se encontraban ancianos y enfermos, personas con discapacidad, mujeres y jóvenes que permanecían hasta hace unos días en el centro pastoral de Loikaw, donde en los últimos meses se habían refugiado unas 80 personas, entre ellas 10 sacerdotes y 16 religiosos. Este número ha ido aumentando constantemente”.
Ahora todos buscan alojamiento alternativo, trasladándose a otras parroquias católicas u otros asentamientos más alejados de los combates, o incluso a zonas rurales al aire libre. Pero la situación de los refugiados en el estado es realmente grave.
“Tras la intensificación de los enfrentamientos armados en noviembre, más del 80% de la población urbana y rural del estado de Kayah está desplazada y el número de desplazados internos sigue aumentando. El 11 de noviembre, alrededor de 800 habitantes de la ciudad acudieron a la Catedral de Cristo Rey, buscando refugio. En total, el número de desplazados internos, incluidos los que ya se encuentran allí, superó los 1.300”, declaró Mons. Celso Ba Shwe.
El conjunto de la catedral católica fue uno de los últimos lugares de refugio, ahora también abandonado y envuelto en la guerra. En la diócesis, 21 de las 41 parroquias fueron abandonadas y se produjo también un éxodo de sacerdotes y religiosos, que huyeron de las ciudades para refugiarse en el campo o en la montaña.
Sólo el mes pasado, las agencias de ayuda estiman que más de 200.000 personas fueron desplazadas en el país, y alrededor de 80.000 están alojadas en campamentos administrados por iglesias. Los cristianos constituyen casi el 6% de la población de Myanmar.
Deje su Comentario