La Iglesia en Filipinas espera la apertura de la causa de canonización de Niña Ruiz-Abad, una joven fallecida a los 13 años en 1993.
Redacción (, Gaudium Press) El 16 de agosto, la Diócesis de Laoag hizo un llamado a dar testimonios con vistas a promover la apertura de canonización de Niña Ruiz-Abad, nacida en esa ciudad y fallecida a los 13 años en 1993, de una enfermedad cardíaca, cerca de Manila.
Según Mons. Mayugba, obispo de Laoag, su Diócesis ya se han recibido testimonios de parientes, compañeros de clase, antiguos curas párrocos y profesores. En 2019, el Vaticano también declaró “Siervo de Dios” al joven filipino Darwin Ramos, fallecido con 17 años en las afueras de Manila en 2012.
De acuerdo con una información publicada el 21 de agosto por la Conferencia Episcopal filipina (CBCP), un movimiento católico filipino, la God First Association, publicó recientemente una petición solicitando la apertura de la causa de canonización de una joven filipina fallecida de 13 años hace 3 décadas, de miocardiopatía hipertrófica, una enfermedad cardíaca incurable.
Según CBCP News, en respuesta a esa petición, la Diócesis de Laoag, en el norte de Filipinas, publicó un edicto llamando a las personas a dar testimonios con vistas a promover el avance del proceso de canonización de la joven Niña, reconocida por su piedad y su devoción mariana. Los católicos filipinos aplaudieron esa iniciativa.
Niña Ruiz-Abad pasó la mitad de su vida en Laoag, antes de su muerte en 1993, y allí fue enterrada. El Obispo de Laoag, Mons. Renato Mayugba, autor del edicto publicado el 16 de agosto, declaró que su Diócesis ya ha recibido testimonios de parte de sus compañeros de clase y profesores de Niña Abad. “Yo me interesé más por la vida de Niña cuando oí testimonios de su santidad, no solo de parte de sus parientes y amigos, sino también de sus antiguos curas párrocos. También leí un libro sobre ella titulado: God First (Dios en primer lugar), afirmó.
Según Mons. Mayugba, si ella es canonizada un día, será la primera vez que ese país del Sur de Asia, de mayoría católica, tiene una santa de la época contemporánea que no es miembro de una congregación religiosa. En 2019, el Vaticano también declaró al joven filipino Darwin Ramos, fallecido a la edad de 17 años en las afueras de Manila en 2012, “Siervo de Dios”. Este último, nacido en 1994, pasó los primeros años de su vida en los tugurios de Pasay City.
“La santidad es un llamado para todos, estamos llamados a ser santos”
“Cuando se piensa en santidad, se piensa que es solamente para los sacerdotes, los obispos o los religiosos. Pero no, Niña nos enseñó que la santidad es un llamado para todos, en particular para los jóvenes. Nosotros estamos llamados a ser santos”, dijo el Obispo de Laoag.
El proceso de canonización comienza normalmente en el lugar donde el candidato falleció, pero Mons. Mayugba pidió a la Diócesis de Novaliches, en Quezon City (Manila), autorización para organizar la investigación. Niña Abad murió en Quezon City. Los católicos locales, así como sus antiguos profesores y compañeros de clase, aplaudieron el pedido de declararla santa.
“Yo me acuerdo aún de cuando ella estaba en primaria aquí en Laoag. Ella decía siempre: ‘Dios en primer lugar’. Ella rezaba siempre antes de cada examen y de cada texto recitado de memoria. Antes de todo lo que hacía, comenzaba siempre rezando”, narra Eliza Samson, profesora, quien recuerda que Niña había llevado un sobre lleno de novenas y de estampas religiosas a la clase. “Ella distribuyó las novenas y las estampas entre sus profesores y compañeros. Les daba rosarios y adhesivos con versículos del Evangelio a sus compañeros. Es una prueba de su profunda devoción hacia Dios y la Virgen María.”
En 1993, los padres de Niña, abogados, se mudaron de la provincia de Ilocos a Manila, donde ella falleció ese mismo año. Ella fue diagnosticada con una enfermedad cardíaca a la edad de 10 años. “Todos sabíamos que padecía de una enfermedad, pero ella nunca lo demostraba. Ella vivió una vida de oración y de paz”, resalta Belen Sulit, su profesora en la escuela del Espíritu Santo, en Quezon City. Según ella, Niña era una alumna al mismo tiempo brillante y humilde. “Yo era su profesora de filipino. Ella sacaba excelentes notas en mis exámenes. Era muy apreciada por todos, particularmente por sus compañeros de clase. Era inteligente y muy modesta.”
Algunos de sus compañeros también han comentado cómo ella los animaba a rezar en la capilla e ir a la misa. “Ella estaba enferma, pero siempre era muy amigable con nosotros. Gracias a ella, todo el mundo era invitado a rezar antes de la clase, incluso antes de jugar – Dios en primer lugar”, afirmó Bianca Manlapaz, una antigua compañera de clase. “Si ella no estaba en clase o jugando, estaba en la capilla. Ella llevaba un rosario en el cuello. No tenía vergüenza de que las personas se dieran cuenta. Era un testimonio de su relación particular con la Virgen María.”
En un comunicado anterior, la CBCP declaró que la Diócesis de Laoag presentará las informaciones recogidas en el Dicasterio para la Causa de los Santos, para continuar el proceso. (Con informaciones de Ucanews-Eglises d´Asie)
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