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La imagen se hizo viral en las redes sociales. El protagonista es Alan, un niño peruano de 6 años, que quería reunirse de nuevo con sus abuelos.
«Le estoy pidiendo que el virus acabe, porque ya quiero ver a mis abuelitos; no los he visto” / Foto: Claudia Alejandra Mora Abanto
La Libertad – Perú (29/05/2020 7:28, Gaudium Press) Hace unos días se hizo viral en las redes sociales la imagen de un niño arrodillado en medio de un acalle vacía pidiéndole a Dios por el fin de la pandemia.
El pequeño, de tan solo 6 años, es Alan, y ocurrió en el distrito de Guadalupe, en la región de La Libertad, Perú.
La fotografía, que conmovió a muchos en medio de la cuarentena generada por el Covid-19, resume el clamor de muchas personas que anhelan que la pandemia llegue pronto a su fin.
Quería reunirse con sus abuelos
La historia tras la imagen, tiene un clamor personal del pequeño Alan, quien con gran devoción y fe pide a Dios poderse reunir nuevamente con sus abuelos, a quienes dejó de ver debido al confinamiento obligatorio decretado por las autoridades locales.
El momento fue captado por Claudia Alejandra Mora Abanto, y sucedió el pasado 13 de abril, cuando en Perú comenzaron las restricciones sanitarias con la limitación de salir de casa.
La fotógrafa, en entrevista con Desde la Fe, aseguró que “fue una escena y un momento en el que intervino Dios”.
Una foto en el momento justo
Ese día, Claudia tenía la intención de encontrarse con policías y militares para realizar un registro fotográfico de lo que estaban realizando desde semanas anteriores, pero debido al aumento de los contagios, no pudo salir; así que decidió tomar algunas fotografías en el vecindario de su familia para mostrar cómo estaban la calles en cuarentena.
“Ya que no podíamos asistir a las iglesias a rezar, los vecinos de toda la ciudad acordamos que una persona por familia saliera y pusiera una velita frente a su casa, como un acto simbólico de fe, y en seguida se metiera a rezar por la situación”, comentó la fotógrafa.
Ella salió frente a su casa a colocar una vela, y llevó su cámara pensando en una foto que mostrara las calles desoladas con velas encendidas, pero encontró una escena más maravillosa:
“Lo primero que veo es a ese niño, que vive en frente de la casa de mi familia (…) Apenas lo vi, me dieron muchas ganas de llorar. No me cansaré de repetirlo: fue una escena llena de Dios, un momento de esperanza; sentí algo inexplicable”.
Claudia se acercó a Alan, le tomó la imagen y le preguntó qué estaba haciendo; a lo que el niño le respondió:
“Estoy orando, porque en mi casa hay mucho ruido y Diosito no me escucha; Él escucha a las personas cuando no hay ruido (…) Le estoy pidiendo que el virus acabe, porque ya quiero ver a mis abuelitos; no los he visto”.
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Con información de Desde la Fe.
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