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El 13 de julio de 1524 se conmemoró la primera misa en El Salvador, en Cuscatlán.
Foto: Esaú Fuentes González en UnplashRedacción (17/07/2024 13:08, Gaudium Press) La Iglesia de El Salvador conmemoró el fin de semana el 500º. aniversario de la llegada del Evangelio a esas tierras.
El 13 de julio de 1524, la primera Misa fue celebrada en Cuscatlán. El Arzobispo de San Salvador y Presidente de la Conferencia Episcopal (CEDES), Mons. José Luis Escobar, presidió la Misa de acción de gracias.
El prelado recordó que, en medio de la conquista española, en la cual lamentablemente hubo equívocos, la luz de la evangelización brilló, de modo que “nuestro sustrato católico radical en sus formas vitales de religiosidad fue establecido y alimentado por un vasto florecimiento misionero de obispos, religiosos y laicos”.
Como resultado, continuó el arzobispo, “hay muchos testimonios cristianos de gran coraje, por los cuales agradecemos a Dios hoy”. En medio de las vicisitudes, las vocaciones “no dejaron de surgir”, a pesar de los conflictos en esa región, la Iglesia en El Salvador da frutos.
Guatemala
Por su parte, los obispos de Guatemala, en un mensaje divulgado con ocasión de la celebración del Congreso Eucarístico Nacional, afirman que en “500 años la Iglesia en todas sus comunidades ha crecido y se ha expandido, la buena noticia de Jesús ha sido acogida por numerosos pueblos y nos ha hecho crecer en dignidad, conscientes de esa vida divina que nos transmite y que no acaba con la muerte.”
Celebrado en Quetzaltenango, 206 km. al nororiente de Ciudad de Guatemala, donde fue construido el primer centro de evangelización hace 5 siglos, el encuentro tuvo como tema el pasaje de San Juan Evangelista: “Yo soy el pan de vida” (Jn 6, 48).
“La presencia eucarística de Jesucristo y de su evangelio han iluminado nuestras vidas, en medio del desarrollo de la historia de la Iglesia en Guatemala, que ha conocido momentos de crecimiento y esplendor como también momentos de acoso y persecución”, recalcan los obispos. “Esta ocasión nos da la oportunidad para agradecer la llegada del anuncio de Cristo muerto y resucitado, el inicio de la evangelización en nuestro territorio que ha dado sentido a la vida de miles de creyentes.”
“Los mártires al derramar su sangre nos dieron la medida del valor de la fe que nos salva”, afirmaron también los prelados, recordando la figura de San Pedro de San José Betancur, el primer santo de Guatemala y de América Central, canonizado por el entonces Papa Juan Pablo II el 30 de julio de 2002.
“Como pastores, agradecemos a Dios la fe de nuestro pueblo y la dedicación de los presbíteros en la celebración eucarística y en la vida de la Iglesia durante siglos. Nos comprometemos a seguir trabajando para que la vida que el Señor nos regala crezca y florezca entre nosotros”, concluye el mensaje, firmado por el Presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) y obispo de Verapaz, Mons. Rodolfo Valenzuela Núñez, y por el obispo de Jutiapa, Mons. Antonio Calderón Cruz, Secretario General de la CEG.
Con información de Vatican News.
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