Existen los temores por unos vitrales ‘contemporáneos’ sugeridos por el Arzobispo Ulrich y aceptados por Macron.
Redacción (05/02/2024, Gaudium Press) Mons. Laurent Ulrich, Arzobispo de París, ha anunciado que la Catedral de Notre Dame reabre sus puertas en diciembre.
Una gran procesión popular por las calles de París será uno de los actos preparatorios de la reapertura, el 8 de diciembre de 2024, de la catedral de Notre-Dame, la obra maestra gótica gravemente damnificada por un incendio en 2019, destino de peregrinos y turistas de todo el mundo.
La procesión acompañará el regreso de la estatua de la Virgen y el Niño, obra maestra escultórica del siglo XIV de 1,80 metros de altura, que escapó de las llamas y se conserva hasta ahora en la iglesia de Saint-Germain-l’Auxerrois, delante del palacio del Louvre.
Así lo anunció Monseñor Laurent Ulrich, Arzobispo de la capital francesa, en una Carta Pastoral publicada el 2 de febrero, día de la Presentación de Jesús en el Templo.
La reapertura propiamente dicha se iniciará con un triduo que comenzará el 7 de diciembre de 2024 y que prevé la entrega de Notre-Dame por parte del Estado propietario a su cesionario, que es la Iglesia católica, el encendido nuevamente del órgano, una celebración litúrgica con la bendición, un Magnificat o un Te Deum, y finalmente las Vísperas.
La consagración del altar tendrá lugar durante la primera misa en la catedral restaurada, el 8 de diciembre, segundo domingo de Adviento de este año, seguida de la celebración de la Inmaculada Concepción al día siguiente.
Monseñor Ulrich espera, sobre todo, que “el pueblo de París” esté presente en estas celebraciones de reapertura. El prelado recomienda además organizar peregrinaciones desde las parroquias parisinas y las diócesis de la provincia durante el semestre de diciembre a junio.
Los vitrales en cuestión
Sin embargo, en medio de la alegría por la reapertura de la Catedral referencia del mundo entero, existe el temor de que se cumple lo deseado por el propio Mons. Ulrich, quien reciemtemente envió una carta a Emmanuel Macron, presidente francés, explicando que le gustaría tener una serie de seis vitrales contemporáneos instalados en una de las capillas laterales de la nave. Macron ya dijo que aceptaba la sugerencia del Arzobispo.
Esta nueva instalación significaría, según el arzobispo, que “el regreso a la Catedral no puede tener lugar sin dejar rastro de este evento en el edificio restaurado”.
Una propuesta similar había sido hecha en 2020 pero fue rechazada en ese momento en nombre del Convenio de Venecia, que hacía absolutamente imposible quitar estos vitrales y reemplazarlos con obras modernas, según la ministra de Cultura de ese momento, Roselyne Bachelot. Tres años después, parece que el Convenio de Venecia ya no se considera un obstáculo decisivo.
Ya son numerosas las voces que advierten que esos vitrales modernos serían como un rasgón en toda la estructura del edificio, destrozando una armonía que fue construida con delicadeza en el trascurso de los siglos.
Con información de Vatican News e Infocatólica.
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