Un obispo católico de rito bizantino manifestó su preocupación por el Sínodo sobre Sinodalidad.
Redacción (30/08/2023, Gaudium Press) Un obispo católico de rito bizantino ha manifestado preocupación por el próximo Sínodo sobre Sinodalidad, diciendo que los preparativos para esa reunión no reflejan la visión de gobierno sinodal que ha prevalecido a lo largo de los siglos en las iglesias orientales.
Expresó Mons. Manuel Nin, Exarca de la Iglesia Católica de rito Griego Bizantino para Grecia, que el próximo Sínodo presenta características diferentes de cualquier sínodo de las iglesias orientales, pues parece un proceso parlamentario del que no se perciben con claridad sus finalidades. Mons. Nin participará en dicha reunión.
En un comentario publicado el 3 de agosto en la página web del Exarcado Católico Griego, el Obispo Nin, manifestó varias preocupaciones con respecto a la asamblea general del sínodo, cuya primera sesión tendrá lugar del 4 al 29 de octubre, y la segunda sesión en octubre de 2024. La reunión venidera marca un cambio significativo con las asambleas sinodales anteriores, una vez que en esta ocasión a un grupo seleccionado de laicos participantes se le permitirá tener derecho a voto.
Mons. Nin reconoció que ese ejercicio de autoridad tiene una “dimensión sinodal” en el sentido de que las decisiones tomadas a un “nivel totalmente colectivo competen a los obispos del sínodo”, pero resaltó que, si Occidente entiende la sinodalidad como un asunto en el cual “todos, laicos y clérigos, actúan juntos para llegar a una decisión eclesiástica, doctrinaria, canónica, disciplinaria, cualquiera que sea, queda claro que tal sinodalidad no existe en Oriente”.
La sinodalidad en todas las iglesias católicas de Occidente y de Oriente, no puede ser una especie de reflejo del mundo moderno por medio del cual la Iglesia se convierte en una “democracia moderna occidental, posiblemente parlamentaria, donde todos pueden decir todo”, advirtió Mons. Manuel. La vida de la Iglesia, dijo, “nunca ha sido una forma de democracia en la cual todos deciden todo por decisión de las mayorías.”
Tal “parlamentarismo cristiano”, continuó, puede resultar en la construcción de una “eclesiología piramidal” que, dado que se ha convidado tantos laicos y no-clérigos a tomar parte en él con derecho a voto, marginaliza u olvida la colegialidad episcopal en materias de administración y de la vida de la Iglesia.
El obispo además notó la “ausencia de una explicación clara” acerca del significado de sinodalidad, y observó que el proceso completo, que comenzó a nivel nacional y continental entre 2021 y 2022, es un lugar “donde todos pueden expresarse sobre todo, incluso proponer temas y opiniones que generalmente son un derecho exclusivo del Obispo de Roma”.
Mons. Nin dijo que, como obispo católico de rito oriental, lo que lo desconcertó especialmente fueron las declaraciones hechas por “muchas” personas, “incluso de reconocida autoridad”, que dijeron: “Uds. en Oriente han tenido siempre una sinodalidad”.
“Pero, ¿de cuál sinodalidad estamos hablando?”, preguntó el Obispo y advirtió que no se debe confundir la sinodalidad con la colegialidad episcopal de los sínodos de las iglesias de ritos orientales.
Esta última, dijo, “está asociada al ejercicio de la autoridad, al ministerio pastoral, al servicio dentro de las iglesias, que se realiza en la asamblea de los obispos pertenecientes a una iglesia particular y encabezada por un patriarca, arzobispo u ordinario.”
“Las decisiones dentro de esas Iglesias son tomadas por la asamblea de obispos (casi siempre llamadas “sínodo” o algunas veces “consejo de jerarcas”) pertenecientes a una Iglesia Oriental”. Y explicó que dichas reuniones son convocadas por los obispos con el objetivo de tomar decisiones importantes relacionadas con el “camino cristiano emprendido por los pastores por el bien de sus fieles, espiritual y materialmente.”
En sentido contrario, Mons. Nin hizo notar que el Sínodo sobre Sinodalidad es un “ascenso colectivo” de laicos y clérigos, pero se preguntó: “¿Para llegar a dónde? ¿Con qué fin?”, añadiendo la pregunta: “¿Con quién están caminando los participantes?”
La palabra sínodo, señaló el prelado, viene “directamente del griego y significa ‘caminando con’, pero añadió que lo que debe ser “clarificado inmediatamente, para que nuestra reflexión sobre sinodalidad no se vaya a desviar” es el significado y el objeto real de la preposición syn (“con”). “Ella no se refiere al ‘camino, sino a ‘alguien’ con el cual se lleva a cabo y se completa”. “Es el objeto o persona ‘con quien’ la preposición ‘syn’ nos vincula y nos une.”
El Obispo Manuel recalcó que la preposición syn no se refiere al camino, ni al laicado ni al clero, sino que “nos vincula a los cristianos y nos lleva a la Persona que es Cristo.”
Caminar juntos con Cristo
“Por lo tanto, la primera aclaración que debe ser hecha es: no es una ‘’marcha de todos juntos’, sino más bien una ‘marcha de todos juntos con Cristo”, dijo. “No olvidemos que ese ‘con Cristo’, se completa en la Iglesia, la cual es nutrida y animada por los Dones sagrados de su preciosísimo Cuerpo y Sangre.”
La sinodalidad en Oriente y Occidente es una experiencia de vida, continuó, y el camino “sinodal” siempre ha sido parte de la vida cristiana, porque la vida de cada bautizado es un “camino juntos con Cristo el Señor, que es el Camino, la Verdad y la Vida.” Es “importante resaltar” que este caminar de los bautizados con Cristo, dijo, es algo que debería ser “restablecido en la vanguardia de nuestra vida cristiana.”
Mons. Manuel recordó el hecho atribuido a San Antonio el Grande, un ermitaño del desierto de los inicios de la Iglesia, quien pensó que las huellas en la arena eran suyas, pero descubrió que no eran suyas sino de “Aquel que camina al lado de Antonio y que lo sustenta en los momentos de debilidad.”
El prelado también recordó la vida monacal, tanto en Oriente como en Occidente, como “modelo de sinodalidad” que le permite a uno ser “guiado por el Evangelio”, junto con guías espirituales terrenos, para “caminar con Cristo en la búsqueda de Dios.” Comentó el hecho del difunto Cardenal Giacomo Biffi, de Bolonia, quien advirtió durante el Gran Jubileo de 2000 sobre el peligro de “oscurecer e incluso olvidar a Aquel que fue la única razón del Jubileo.”
Finalizando con la pregunta: “¿Qué es, entonces, sinodalidad?”, Mons. Manuel dijo que, para él, es el “camino de todos los que hemos sido bautizados en Cristo, que escuchamos su Evangelio, celebramos nuestra fe, recibimos su gracia en los sacramentos, incluso a través de nuestros hermanos y hermanas, un viaje definitivamente juntos, guiados y acompañados, a veces de la mano o incluso llevados en hombros por nuestros pastores, siguiendo las huellas de Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida.”
Un Sínodo, reiteró Mons. Manuel, es “el caminar con Cristo”, que es “el único compañero de todos nosotros como miembros de su Cuerpo, que es la Iglesia.”
“Nunca olviden”, añadió, “la identidad del celebrante (Cristo).” (Raju Hasmukh con informaciones de NCR).
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