Mons. David Macaire, obispo de la isla de Martinica, lamentó la “desacralización de la liturgia” que se ve en tantas celebraciones alrededor del mundo, e instó a los fieles a realizar cada detalle litúrgico con respeto y piedad.
Redacción (04/11/2022 08:44, Gaudium Press) Comentando la reciente Carta Apostólica del Papa Francisco “Desiderio desideravi” (He deseado ardientemente), sobre la formación litúrgica, el obispo de Fort-de-France, territorio francés en la isla de Martinica, Mons. David Macaire, lamenta la “desacralización de la liturgia” en muchas celebraciones católicas.
El funeral de la Reina de Inglaterra
Las recientes ceremonias fúnebres en honor de la difunta reina Isabel II de Inglaterra hicieron soñar al obispo: “¡Soñé que Nuestro Señor también merecía, en nuestras celebraciones litúrgicas, una devoción similar y mucho más!”.
“Me impresionó el pomposo cuadro que rodeó el funeral de la Reina de Inglaterra. Sin exaltar los efectos, el ceremonial logró trascender las emociones a través de una coreografía sobria, a la vez suntuosa y humilde, perfectamente ordenada. El hecho de prestar atención a cada detalle, a cada gesto, a cada movimiento, testimoniaba, más que gritos y lágrimas, ¡amor y respeto! Los cantos religiosos invitaban a la oración y a la profundización”.
Falta de piedad y respeto en las comuniones
En comparación con ciertas celebraciones litúrgicas, el obispo pondera: “Para un buen católico, es algo casi banal poder, todos los domingos, e incluso todos los días, acercarse al Cuerpo y la Sangre de Aquel que los profetas, desde Abraham, quisieron ver”. Pero el prelado lamenta que “en las comuniones falta la piedad, incluso el respeto”.
Y subraya: “mezclamos la Eucaristía con todo tipo de manifestaciones, como si fuera necesario ‘dar sabor’: bailes y diseños de los niños de catequesis, ceremonias de homenaje a personas, discursos sociopolíticos o teológicos, matrimonios en los que el los invitados no son cristianos…”
Desacralización de la Liturgia
Citando al Papa Francisco, afirma claramente: “Estamos desacralizando la liturgia porque ‘confundimos la sencillez con la vulgar banalidad’ (“Desiderio desideravi”, 22). Introduciendo en el ritual “danzas, vibraciones, emociones, percusiones agresivas…”.
El obispo concluye pidiendo, con el Papa Francisco, que “se cuiden todos los aspectos de la celebración (espacio, tiempo, gestos, palabras, objetos, ropa, canto, música,…) y se respeten todas las rúbricas: esta atención bastaría para no privar a la asamblea de lo que le corresponde, es decir, el misterio pascual celebrado en la modalidad ritual establecida por la Iglesia” (“Desiderio desideravi”, 23). (JMJA)
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