Mons. Eduard Kawa, obispo auxiliar de la archidiócesis de Lviv, interpela a los obispos de Alemania, que luchan por los derechos de las minorías y se ocupan del cambio climático, y a los obispos de Bielorrusia y Rusia, que guardan silencio.
Redacción (28/02/2022 18:08, Gaudium Press) “Queridos hermanos y hermanas católicos en Cristo en Alemania, Bielorrusia y Rusia. ¿Por qué guardan silencio mientras nos matan? ¿Dónde está su voz de solidaridad con las víctimas inocentes de la Rusia de Putin? ¿Dónde están sus acciones que dan testimonio del amor; actos sin los cuales nuestra fe cristiana está muerta; dónde está su posición activa? Los líderes de sus países – algunos apoyan la agresión, otros son el propio origen de la misma, ¿y ustedes guardan silencio? ¿Es esta su versión del cristianismo? ¿Han olvidado que callar el pecado también es pecado?
“Un país democrático independiente en Europa central se ve obligado a ‘hacer la paz’ con el país que nos arrebató esa paz en 2014 con tanques, misiles y ametralladoras dirigidas a civiles.
“El ejército ruso vino a nosotros en Donbas y Crimea, trayendo muerte y devastación, represión política y miedo. Pero hicimos todo lo posible para mantener un cielo pacífico sobre el resto de los territorios de nuestra Patria. Y no atacamos a nadie. No provocamos a nadie. Y el 24 de febrero de 2022, Rusia inició una guerra en toda Ucrania.
“Estamos siendo asesinados ante sus ojos, en vivo, y ustedes hermanos cristianos, ¿qué están haciendo en este momento? Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. Entonces el Señor le dijo a Caín: ‘¿Dónde está Abel tu hermano?’ Él dijo: ‘No lo sé. ¿Soy yo el guardián de mi hermano?’ (Gn 4, 8-9)”, pregunta el obispo Eduard Kawa.
Con información y foto de Credo
Deje su Comentario