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El obispo Gustavo Zanchetta, condenado por abuso sexual, regresó a Orán, Argentina, donde cumple su condena de cuatro años en prisión domiciliaria. Las víctimas denuncian las fallas de la Iglesia y del sistema judicial.
Redacción (06/06/2025 10:15, Gaudium Press) Medios argentinos informaron este pasado jueves 5 de junio que el ex obispo Gustavo Zanchetta condenado, nombrado por el Papa Francisco, regresó a su antigua diócesis y continuará cumpliendo su condena en prisión domiciliaria, en un convento local.
Una de las víctimas de Zanchetta, el ex seminarista Matías Montes, confirmó a medios locales que el prelado condenado se había reunido con el obispo de Orán, Mons. Luis Scozzina, y se encontraba alojado en un monasterio.
Zanchetta está en Salta. Recibió la visita del actual obispo de Orán; le están preparando una habitación en el monasterio. Lo vi con mis propios ojos, dijo Montes.
Zanchetta, condenado en 2022 por abuso sexual agravado contra seminaristas, se encontraba en Roma desde noviembre de 2024 para recibir un tratamiento cardíaco que, según sus abogados, no estaba disponible en Argentina. Fue operado en el hospital de Roma donde también fue tratado el Papa Francisco a principios de este año.
Un tribunal argentino autorizó el viaje de Zanchetta con la condición de que regresara antes del 1 de abril para reanudar el arresto domiciliario en una residencia para sacerdotes jubilados. Sin embargo, su paradero quedó incierto después de ser dado de alta del hospital, con la diócesis de Orán recusándose a confirmar si había regresado.
Montes, quien testificó contra Zanchetta, expresó su frustración con el proceso judicial, alegando que se está favoreciendo al obispo.
Un ascenso y caída controvertidos
El Papa Francisco nombró a Zanchetta obispo de Orán en 2013, uno de sus primeros nombramientos episcopales. Sin embargo, Zanchetta renunció abruptamente en 2017 a la edad de 53 años, 22 años antes de la edad de jubilación obligatoria, inicialmente alegando razones de salud.
En 2019, el Vaticano admitió haber recibido acusaciones de abuso sexual contra él. El ex vicario general, padre Juan José Manzano, reveló que ya en 2015 se habían recibido denuncias de mala conducta, incluidos mensajes explícitos a seminaristas.
A pesar de ello, Francisco nombró a Zanchetta para un puesto financiero en el Vaticano. Tras la apertura de una investigación canónica en 2019, Zanchetta se hizo a un lado brevemente, pero regresó al cargo en 2020. Dejó el Vaticano en 2021 antes de su juicio en Argentina, donde al año siguiente fue condenado a cuatro años y medio de prisión por el Tribunal de Primera Instancia de Orán.
Apelación denegada y controversia en curso
En febrero, un tribunal de apelaciones confirmó la condena de Zanchetta después de que sus abogados argumentaran que sus acciones fueron malinterpretadas debido a “estereotipos de género” debido a su homosexualidad. El tribunal rechazó el alegato y dictaminó que su conducta era claramente abusiva.
Hasta la fecha, el Vaticano no ha impuesto sanciones canónicas a Zanchetta, a pesar de su condena penal. Su regreso a Orán bajo arresto domiciliario ha reavivado las críticas de las víctimas, que afirman que la Iglesia y el poder judicial no han logrado impartir justicia.
Los casos del padre Marko Rupnik y del obispo Zanchetta siguen estando entre los problemas de abuso más urgentes que el Papa León XIV debe abordar.
Con información de The Pillar
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