La historia ya parece la del ‘pastorcillo mentiroso’. Recuento histórico.
Redacción (06/05/2024, Gaudium Press) Hace pocos días se dio lo que parecía haberse conjurado tras la última reunión Vaticano-Obispos alemanes, en marzo pasado: la aprobación de los estatutos de llamado Comité sinodal, que está llamado a construir antes de 2026 un Consejo Sinodal, “órgano interdiocesano consultivo y decisorio”, ente mixto laicos-clero, que busca tener no solo funciones consultivas sino de gobierno de la Iglesia alemana, algo que contradice la estructura jerárquica de la Iglesia que Cristo dejó. Solo cuatro obispos se negaron a aprobar esos estatutos, los de Colonia, Ratisbona, Passau y Eichstatt.
Ya en febrero pasado, con ocasión de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal alemana, se iba a aprobar esos estatutos, algo que estaba incluido en la agenda. Pero una carta, con fecha del 16 de febrero, de los Cardenales Parolin, Fernández y Prevost, de tonus amenazante, pues dice que el órgano que se piensa crear “no está previsto por el derecho canónico vigente y, por tanto, una decisión de la DBK (Conferencia Episcopal Alemana) en este sentido sería inválida, con las correspondientes consecuencias jurídicas”.
La Carta de ese 16 de febrero recordaba que el Vaticano ya se había manifestado en contra de esa aprobación:
“También se plantea la cuestión de qué autoridad tendría la Conferencia Episcopal para aprobar los estatutos. Ni el can. 455 CIC ni el art. 8 del Estatuto de la DBK proporcionan una base para ello, ni la Santa Sede ha emitido un mandato – al contrario, se ha expresado en sentido contrario. (…) Cabe señalar que el problema ya se había esbozado durante la última visita Ad Limina y, posteriormente, en la carta del 16 de enero de 2023 del Cardenal Secretario de Estado y de los Prefectos de los Dicasterios para la Doctrina de la Fe y para los Obispos, en la que se pedía expresamente, por mandato especial del Santo Padre, que no se siguiera adelante con la creación de dicho consejo”.
Además la Carta anunciaba que una aprobación de los estatutos del Comité Sinodal sería causa del rompimiento de diálogos con Roma:
“A este respecto, el pasado mes de octubre se acordó conjuntamente que las cuestiones eclesiológicas abordadas por la Senda Sinodal, incluida la cuestión de un órgano interdiocesano consultivo y decisorio, serían tratadas con mayor profundidad en el próximo encuentro entre representantes de la Curia Romana y de la DBK. Si el Estatuto del Comité Sinodal se aprueba antes de esta reunión, se plantea la cuestión de la finalidad de esta reunión y, más en general, del proceso de diálogo en curso”.
Pero tras el encuentro del 22 de marzo, entre obispos alemanes y miembros de la Curia vaticana (entre otros los cardenales Parolin, Fernández, Prevost, Koch y Roche), en Roma, diálogo calificado como “positivo y constructivo”, el peligro parecía exorcizado y se enarbolaba la bandera blanca de la paz, pues nada se haría en estas materias, sin autorización vaticana.
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Así rezaba el boletín de la Sala de Prensa vaticana, reseñando ese encuentro: “se discutieron algunas cuestiones teológicas abiertas y planteadas en los documentos del Camino sinodal de la Iglesia en Alemania. Esto permitió identificar diferencias y convergencias, según el método adoptado en el Informe Final del Sínodo de la Iglesia Universal de octubre de 2023. Se acordó un intercambio regular entre representantes de la CEA [Conferencia Episcopal Alemana] y de la Santa Sede sobre los trabajos futuros del Camino Sinodal y del Comité Sinodal. Los obispos alemanes han aclarado que este trabajo buscará identificar las formas concretas de ejercicio de la sinodalidad en la Iglesia en Alemania, de conformidad con la eclesiología del Concilio Vaticano II, las disposiciones del derecho canónico y los frutos del Sínodo de la Iglesia universal, sometiéndolos luego a la aprobación de la Santa Sede. Las Partes han acordado celebrar la próxima reunión antes del verano de 2024”. [ndr. negritas no en el original]
No obstante no es aún llegado el verano, y ya los obispos alemanes han mostrado que no le valen mucho las advertencias romanas, ni las muestras de afecto romanas.
Ahora, el Comité sinodal será presentado oficialmente en lo próximos días, 14 y 15 de mayo en Berlín. Un Comité sinodal que es matriz de un Consejo sinodal, ya con autonomía para decidir no solo temas administrativos, sino también –y ‘democráticamente’– cuestiones de doctrina, como el imposible sacerdocio femenino, asuntos de moral sexual, etc., ciertamente en el sentido ya esbozado por la generalidad de la Iglesia alemana durante su proceso sinodal, es decir, en sentido heterodoxo.
Berlín locuta… ¿causa finita est? Se espera la contestación del Vaticano, al que muchos ya critican por inacción correctiva. (CCM)
Con información de Il Foglio.
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