La “Ley de Igualdad” descarta la natural diferencia sexual y “presenta falsamente el ‘género’ como una construcción social” dicen los obispos.
Washington (24/02/2021 17:34, Gaudium Press) El ‘Equallity Act’ es un proyecto de ley de origen demócrata, que ya quiso ser aprobado en el 2019 cuando los demócratas no tenían mayoría en Senado, por el cual se prohíbe cualquier tipo de discriminación basada en orientación sexual o identidad de género, en los espacios públicos, vivienda, educación, financiación federal, empleo, crédito y servicio de jurado.
En Carta dirigida a la Cámara de Representantes ayer, los obispos de los EE.UU. señalaron que “La Ley de Igualdad representa la imposición por parte del Congreso de puntos de vista novedosos y divisivos con respecto al ‘género’ en individuos y organizaciones. Esto incluye descartar la diferencia sexual y presentar falsamente el ‘género’ como una construcción social”.
“Una cosa es comprender la debilidad humana y las complejidades de la vida, y otra aceptar ideologías que intentan romper lo que son aspectos inseparables de la realidad”, añaden.
Evidentemente el ‘católico’ presidente Biden ha manifestado el apoyo a esa ley, e incluso había prometido que la firmaría en los primeros 100 de su gobierno.
Numerosos daños sociales y legales
Entre los numerosos daños sociales y legales que produciría la ley a los estadounidenses, los obispos de los EE.UU. señalan:
– Castiga a las organizaciones benéficas basadas en la fe, como refugios y agencias de acogida, debido a sus creencias sobre el matrimonio y la sexualidad.
– Obligar a las personas y organizaciones a hablar o actuar en apoyo de las transiciones de género, incluso cuando sea en contra de su juicio profesional.
– Se corre el riesgo de obligar a los contribuyentes a pagar los abortos y a los trabajadores de la salud con objeciones de conciencia a realizarlos.
– Obligar a las niñas y mujeres a competir contra niños y hombres por oportunidades limitadas en los deportes escolares.
– Ampliar la definición gubernamental de lugares públicos para incluir espacios operados por motivos religiosos, como los halls de las iglesias.
– Excluye a personas de carreras y medios de vida por sus creencias sobre el matrimonio y la sexualidad.
– Discriminar contra las personas y las instituciones religiosas al derogar parcialmente la Ley de restauración de la libertad religiosa.
“Cada año, la Iglesia Católica, como el mayor proveedor no gubernamental de servicios humanos en los Estados Unidos, ayuda a millones de personas necesitadas a través de sus parroquias, escuelas, hospitales, refugios, clínicas legales, bancos de alimentos y otras organizaciones benéficas”, expresa la carta
“Las mismas creencias fundamentales sobre la persona humana – hechas con dignidad inherente y a imagen de Dios – motivan nuestras posiciones sobre la vida, el matrimonio y la sexualidad, y también nuestro llamado a servir a los más vulnerables y al bien común”, continúa. Pero todos esos servicios se ven amenazados por la posibilidad de la imposición ideológica de la Ley de Igualdad.
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