“En el caso de la vacuna contra el COVID-19, estamos convencidos de que el gobierno no debe imponer intervenciones médicas a un individuo o grupo de personas”, afirman.
Redacción (08/08/2021 16:33, Gaudium Press) Los obispos de la Conferencia Católica de Colorado, en EE.UU., en carta publicada en su sitio web el 5 de agosto pasado, precisan que no existe norma en la Iglesia que obligue a los católicos a vacunarse, tampoco a recibir la vacuna contra el Covid-19.
“Un católico puede juzgar que es correcto o incorrecto recibir ciertas vacunas por una variedad de razones, y no hay ninguna ley o regla de la Iglesia que obligue a un católico a recibir una vacuna, incluyendo las vacunas contra el COVID-19”, expresan los prelados. La carta está firmada por los obispos de Denver, Colorado Springs y Pueblo, que son las tres diócesis del estado americano de Colorado.
“La vacunación no es moralmente obligatoria, por lo que debe ser voluntaria”, manifiestan los obispos.
Ellos recuerdan también que “existe el deber moral de rechazar el uso de productos médicos, incluidas ciertas vacunas, que se crean utilizando líneas de células humanas derivadSin embargo, y ; sin embargo, solo se puede utilizar este tipo de vacunas en condiciones específicas: si no hay otras alternativas disponibles y si se hace con la intención de preservar la vida”. Sin embargo, y en consonancia con la nota de la Congregación de la Doctrina de la Fe del 21 de diciembre del año pasado, manifiestan que este tipo de vacunas se pueden utilizar “en condiciones específicas: si no hay otras alternativas disponibles y si se hace con la intención de preservar la vida”.
El respeto a la conciencia
Asimismo dicen que “la evaluación de una persona sobre si los beneficios de una intervención médica superan los efectos secundarios indeseables debe respetarse, a menos que contradiga las enseñanzas morales católicas autorizadas”.
“Una persona está moralmente obligada a obedecer a su conciencia”, añaden.
Comprenden los obispos que “algunas personas tienen convicciones fundadas que las llevan a discernir que no deben vacunarse. Nos complace ver que en el caso del más reciente mandato de vacunación de Denver hay una adaptación a las creencias religiosas sinceras”.
“Esto es apropiado en virtud de las leyes que protegen la libertad de religión. Siempre nos mantenemos alerta cuando cualquier burocracia pretende imponer requisitos uniformes y arrolladores a un grupo de personas en ámbitos de conciencia personal”, subrayan.
Los obispos católicos de Colorado consideran que “en el caso de la vacuna contra el COVID-19, estamos convencidos de que el gobierno no debe imponer intervenciones médicas a un individuo o grupo de personas. Pedimos que se respeten las convicciones y las opciones personales de cada persona”.
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