Los Obispos de EE.UU. emitieron esta semana una carta, criticando lo que ellos consideran son deficiencias en proyectos de leyes federales destinados a abordar la supuesta discriminación contra personas LGBT en programas que reciben subvenciones federales del Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Redacción (, Gaudium Press) El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) ha expedido un Aviso de Proyecto de Reglamentación (NPRM) a principios de verano que, según ese órgano del Estado, tendría como objetivo “afirmar los derechos civiles y la igualdad de oportunidades para las personas en todo el país en los programas y servicios financiados por el HHS.”
La nueva política protegería “a las personas LGBTQI+ de la discriminación en importantes programas de servicios humanos y de salud”, “aclarando y reafirmando la prohibición de la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género en ciertos estatutos” que se aplican a los beneficiarios de las subvenciones.
En una carta publicada el martes, la Oficina del Consejo General de la Conferencia de Obispos de EE.UU. advirtió que el NPRM reinterpreta ciertos estatutos federales contra la discriminación de una manera que podría, dentro de la operación de las Obras de Beneficencia Católicas, “crear conflictos entre los requisitos [de la ley] y la enseñanza católica”.
La carta señala, por ejemplo, que muchas organizaciones de caridad católicas ofrecen “refugio de emergencia a víctimas de violencia doméstica”, algunos de los cuales están estructurados con entornos separados por sexos.
Sin embargo, las normas propuestas “podría decirse que obligarían [a los refugios] a albergar a hombres biológicos que se identifican como mujeres en instalaciones diferenciadas por sexo”, una política que violaría las enseñanzas católicas fundamentales de “la diferencia inmutable y la dignidad de hombres y mujeres.”
“A cualquier organización de beneficencia que tenga baños o vestuarios separados para hombres y mujeres se le podría exigir que permita a los hombres usar las instalaciones para mujeres y viceversa”, sugiere la carta, añadiendo además que “a cualquier organización de beneficencia se le podría exigir que se dirija a un empleado o beneficiario mediante pronombres que no corresponden al sexo biológico”, violando las creencias católicas.
La norma impone “condiciones inconstitucionales a la participación en programas gubernamentales”, escribió el Consejo General, lo cual “amenaza nuestra capacidad de llevar a cabo” dichas obras de caridad católicas.
Al señalar que la Iglesia Católica defiende la creencia en “un orden en el mundo natural que fue diseñado por su Creador”, que incluye “cuerpos humanos [que] se diferencian sexualmente como masculinos o femeninos”, la carta dice que la ley propuesta “refleja premisas antropológicas que simplemente no son verdaderas.”
El oficio afirma que la norma sí permite exenciones por motivos de conciencia religiosa, pero argumenta que esas disposiciones están diseñadas de tal manera que invitan a “aplicaciones arbitrarias y caprichosas de las protecciones de la libertad religiosa.”
“Instamos al HHS a reconsiderar la reinterpretación del NPRM de esas disposiciones sobre discriminación sexual, para que incluyan requisitos [de orientación sexual e identidad de género]”, dice la carta, “y a implementar una exención religiosa que respete adecuadamente los derechos estatutarios y constitucionales de las organizaciones de beneficencia religiosas.”
El vocero de la Conferencia de Obispos de EE.UU., Chieko Noguchi, dijo el miércoles que el conjunto de los Obispos declinó hacer comentarios sobre la carta.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos dijo en su anuncio de la propuesta de ley que recibirá opiniones sobre dicha norma durante los 60 días posteriores al mismo.
El HHS tampoco respondió inmediatamente a la solicitud de comentarios sobre la norma, ni si serían hechas algunas modificaciones a la misma antes de su promulgación. (Raju Hasmukh con informaciones de CNA).
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