Los obispos de la Unión hablaron sobre el tema con la vicepresidenta griega de la comisión gobernante de la UE.
Estrasburgo (23/03/2021 10:11, Gaudium Press) Siempre queriendo ser justa, pero debiendo decir lo que hay que decir, la Comece, la Comisión de Obispos de la Unión Europea, ha declarado que la libertad religiosa está amenazada en la Unión, por causa de la ola de leyes restrictivas que se han impuesto a raíz del Covid 19.
“Hay una falta de comprensión y, en algunos casos, una falta de interés en cuanto a qué es la religión y qué significa para millones de personas en la UE”, dijo la Comece en comunicado, surgido a partir de un encuentro virtual plenario de obispos, el 17 y 18 de marzo, en el que estuvo presente Margaritis Schinas, vicepresidenta griega de la comisión gobernante de la UE.
Hay que ser firmes en marcar el límite
“La libertad de religión puede estar limitada bajo ciertas condiciones, y esto está permitido por las normas internacionales de derechos humanos. Sin embargo, como Iglesia, tenemos que ser firmes sobre cómo, cuándo y hasta qué punto estamos listos para aceptar las limitaciones en la vida de la iglesia”, afirmó.
En secuencia de lo afirmado por el Papa, la Comisión advierte contra ver “la dimensión espiritual y moral de la persona humana” como “menos importante que la salud física” y ver la libertad religiosa como simplemente “un corolario de la libertad de reunión”.
De hecho, que un país como Irlanda lleve 8 meses sin eucaristías públicas, a pesar de que la gente sí pueda ir a shoppings – entre otros, es una muestra de la veracidad de lo arriba dicho.
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En esa línea ya había hablado el Cardenal Jean-Claude Hollerich, presidente del Comece, cuando en enero manifestó que temía “una tendencia creciente y cada vez más amplia” hacia la negación de los derechos fundamentales protegidos por la Convención Europea de 1950 y la Carta de Derechos Fundamentales de la UE del 2000.
“Muy a menudo las iniciativas destinadas a frenar las tensiones radicales del Islam terminan teniendo un impacto severo e invasivo en todas las iglesias y comunidades religiosas que no representan ninguna amenaza para la democracia o los derechos fundamentales”, dice Comece.
“Necesitamos superar las tendencias que socavan la interdependencia de los derechos humanos y la jerarquización selectiva de los derechos, con la libertad de religión descuidada en lugar de promovida. Esta visión pone en peligro toda la arquitectura de los derechos humanos”, expresa.
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