Los prelados señalaron tres fases que conduzcan a «emprender con normalidad la vida pastoral ordinaria».
Ciudad de México (16/05/2020 21:19:58, Gaudium Press) La Conferencia del Episcopado Mexicano publicó sus «Lineamientos generales para la reapertura al culto religioso en tiempo de pandemia». Este documento presenta tres fases de reapertura en las cuales las diócesis determinarán las medidas concretas que conduzcan eventualmente al retorno a la la vida pastoral en condiciones de normalidad.
En la primera fase, cuyo inicio será determinado por cada Obispo de acuerdo a la situación de salud pública marca el reinicio de las Eucaristías públicas. Durante este período, grupos pequeños de fieles cuyo número dependerá del tamaño del templo podrán asistir a la Misa dominical y las Eucaristías de precepto. «Las diócesis y las parroquias dispondrán prudentemente según la propia situación del lugar».
El retorno a la vida pastoral
La segunda fase prevé la «reactivación de las agendas de los movimientos y grupos a nivel parroquial y diocesano». En esta etapa se recomienda observar las indicaciones de las autoridades de salud y mantener las normas de distanciamiento y sanitización. Finalmente, la fase tres recomienda evaluar las disposiciones regionales sobre prevención para «emprender con normalidad la vida pastoral ordinaria de nuestras diócesis y parroquias».
El Episcopado recomendó la creación de un «equipo estratégico» que discierna la aplicación de las normas a este respecto y la prórroga de la dispensa del precepto dominical hasta garantizar «una situación más favorable». También sugirió revisar el número de Eucaristías con la posibilidad de ampliar los horarios para facilitar la asistencia en grupos menores.
«¡Demos gracias a Dios por el retorno paulatino que viviremos!», animaron los Obispos en su comunicado. «Deseamos que, el asumir interiormente esta experiencia, nos ayude a crecer y madurar en nuestra vida de fe, esperanza y caridad. Que la Virgen de Guadalupe nos cubra con su manto y nos ayude a superar esta pandemia y la gran crisis que ésta ha provocado».
Con información de Conferencia del Episcopado Mexicano.
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