Obispos del Congo piden el envío de una fuerza militar multinacional para restablecer el orden en el este del país

La Conferencia Episcopal del Congo menciona como antecedente una operación militar desarrollada por la Unión Europea en el 2003, Artemis.

Foto: L. Werchick, USAID

Redacción (09/04/2021 08:53, Gaudium Press) No es común por estos tiempos que unos obispos pidan la realización de operaciones militares, pues lo corriente son los llamados al cese del uso de las armas. Pero al final, este mundo o deja de ser un valle de lágrimas, hay gente mala que es preciso enfrentar, y como decía San Bernardo legitimando el uso racional de la fuerza, “los soldados de Cristo con seguridad pelean las batallas del Señor”.

Lo cierto es que como noticia Alfa y Omega, el jueves pasado el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal del Congo (CENCO), ante la acción de los “depredadores” que asolan el este de su República, recomendó una “gran movilización para luchar contra las causas profundas de esta inseguridad”, que incluye, entre otras medidas, cambios importantes en el Ejército, dotar los equipos militares con recursos adecuados “incluidos drones de reconocimiento y ataque”, y una gran operación militar como la que la Unión Europea desarrolló en Ituri en el 2003.

La situación es ya de crisis humanitaria

En el documento “Dejad de matar a vuestros hermanos”, CENCO, a la par de reconocer la labor de las fuerzas armadas de su país, trata de la situación del este, donde más de 100 milicias controlan la zona, dejando “más de 6.000 muertos en Beni desde 2013 y más de 2.000 en Bunia solo en 2020. También hay al menos tres millones de desplazados y alrededor de 7.500 secuestrados”, a lo que se suman saqueos y destrucción de casas y escuelas, entre otras diversas afectaciones.

Dicen los obispos que “algunos líderes políticos y militares obstruyen o ponen en peligro la correcta toma de decisiones. Asimismo, la debilidad de las instituciones judiciales y la impunidad hacen que los ex presos vuelvan al ciclo de violencia por falta de reintegración a una comunidad civilizada”.

Igualmente señalan que la Misión de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) “es acusada de pasividad e incluso de complicidad por parte de la población”, que no confía en ella.

Es claro que la invocación de una fuerza militar internacional no es la única recomendación de CENCO para solucionar la crisis, sino que también los obispos invocan reestructurar las instituciones políticas y policiales de la zona, y cambios drásticos en el Ejército.

Pero el hecho es que piden la repetición de una operación como Artemis, cuando una fuerza militar de la Unión Europea dirigida por Francia en el 2003, intervino la región de Ituri, donde después de una guerra civil que recientemente había acabado continuaba serios conflictos entre etnias apoyadas cada una por países vecinos, que eran atraídos por las riquezas de esa zona.

Fueron enviados 1.800 soldados de Francia, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Suecia, Brasil, Canadá y Sudáfrica, los cuales apoyaron las acciones de las fuerzas de la ONU, con el objetivo específico de restablecer las condiciones de seguridad y mejorar la situación humanitaria de la ciudad de Bunia.