La consagración “no basta”. El P. Martín recordó las permisivas leyes pro aborto de Ucrania, y cómo la ideología de género está implantada en el país.
Redacción (21/03/2022 11:34, Gaudium Press) En su último video a través de Magnificat.tv, el conocido P. Santiago Martín, fundador de los Franciscanos de María, comenta el acto que tendrá lugar el próximo 25 de marzo, cuando el Papa Francisco, en unión obispos del mundo entero, consagrará Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María.
Después de exponer la imposibilidad de que los tres pastorcitos pudiesen inventar el mensaje de Fátima, el Padre Martín afirma que al principio los Papas no prestaron mucha atención al mensaje. Pero “en la medida en que la Unión Soviética fue convirtiéndose en ese peligro anunciado por la Virgen, en la medida en que el comunismo fue demostrando su crueldad”, haciendo cada vez más real el anuncio de la difusión de los errores de Rusia hecho por Nuestra Señora en 1917, “en esa medida empezaron a preocuparse”.
Mientras esa conciencia crecía, los Papas “empezaron a hacer, con mucha delicadeza, la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón. Con mucha delicadeza, para no ofender a los soviéticos”.
Recuerda el Padre Martín, que en 1984, San Juan Pablo II, “unido a los obispos de todo el mundo, hizo esa consagración. Pero incluso entonces la hizo, sin nombrar explícitamente a Rusia, sino por alusiones”. En opinión del sacerdote, el efecto de esa consagración fue la caída del muro de Berlín y el colapso de la Unión Soviética y su “imperio espantoso”.
Pero ahora, en el contexto de la guerra en Ucrania, y tras el pedido de los obispos de rito latino en Ucrania, el Papa ha aceptado el pedido y realizará la consagración el 25 de marzo. Ese es un gesto que hay que agradecer, que “viene con retraso”, pero que hay que apoyar y unirse a él.
Sin embargo, la consagración “no basta. Una consagración, no es solamente el rezo de una oración. Sería demasiado fácil. La Virgen en Fátima habló, pidió, que hubiera conversión y penitencia. Sin esa conversión, la consagración es simplemente un buen deseo, aunque tenga su valor. Es necesaria la conversión”.
No olvidar los otros muertos inocentes
Afirma el sacerdote que Ucrania es probablemente el país en el mundo donde hay más clínicas de gestación subrogada, “clínicas donde se embarazan a mujeres pagándoles dinero para que tengan los niños para otra persona”. El gobierno apoya ese tipo de clínicas, y allá era “un negocio de éxito hasta que ha estallado la guerra”.
Igualmente en Ucrania el “aborto es totalmente permitido hasta los tres meses” de gestación, y permitido hasta los 7 meses con muy pocas excepciones, algo apoyado por el presidente Zelensky, que “es un abortista totalmente convencido” que quisiera ampliar aún más el aborto. Asimismo la ideología de género está implantada en el país, afirma el P. Martin.
“Es necesaria la conversión”. La guerra que martiriza Ucrania es “inhumana, es espantosa, pero no debemos olvidar los muertos inocentes que caen todos los días a manos del aborto en ese mismo país.”
“Consagración con conversión” es la conclusión del mensaje del sacerdote de los Franciscanos de María.
“Si no, no habrá paz. Mientras que existan leyes asesinas contra los inocentes… (…) pidamos que junto a esa consagración haya una conversión de los corazones y que la Ucrania que salga de esta catástrofe sea una Ucrania mucho más humana, donde la vida de todos los inocentes sea protegida sea salvaguardada”.
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