Dijo que no es algo mágico, sino un acto espiritual de hijos confiantes que recurren a la Madre.
Redacción (25/03/2022 15:41, Gaudium Press) Hoy el Papa, en el marco de la Celebración de la Penitencia, consagró Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María, en la Basílica de San Pedro.
Fórmula, como dijo el propio Papa, que no es algo ‘mágico’, sino un acto espiritual que refleja la confianza de los hijos que, “en la tribulación de esta guerra cruel e insensata que amenaza al mundo, recurren a la Madre, entregándose totalmente a Ella”.
El Papa invitó a los fieles acercarse a la reconciliación con Dios, que es un dejarse envolver por el abrazo divino que “nos asombra y nos conmueve”. El confesarse es un “punto de inflexión espiritual”, para un “renacimiento interior” que “comienza aquí, en el perdón de Dios”. Francisco dijo que este tiempo cuaresmal es justamente propicio para reconciliarnos con Dios.
El Papa pidió a los sacerdotes, quienes administran el sacramento de la confesión, que sean anunciadores de la misericordia divina: En la Confesión -dijo- “estamos especialmente llamados a encarnar al Buen Pastor que toma en brazos a sus ovejas y las acaricia; a ser canales de la gracia, que vierten el agua viva de la misericordia del Padre en la aridez del corazón”.
Dios, que nos conoce, pide que no guardemos nuestras miserias con nosotros sino que “las lleves a Él, las coloques ante Él, y de motivos de desolación se convertirán en oportunidades de resurrección. ¡No temas!”.
Sobre las dificultades que enfrentamos hoy, a nivel personal y social, como la guerra, el Papa dijo que “Nosotros solos no logramos resolver las contradicciones de la historia, y ni siquiera las de nuestro corazón. Necesitamos la fuerza sabia y apacible de Dios, que es el Espíritu Santo”.
Entonces el Pontífice consagró Rusia y Ucrania al Corazón de María, consagración que hizo “en unión con los obispos y los fieles del mundo”. “Deseo solemnemente llevar al Corazón inmaculado de María todo lo que estamos viviendo; renovar a Ella la consagración de la Iglesia y de la humanidad entera y consagrarle, de modo particular, el pueblo ucraniano y el pueblo ruso, que con afecto filial la veneran como Madre”.
Con información de Vatican News
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