Francisco presidió la misa por la III Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, en la Basílica de San Pedro.
Redacción (24/07/2023 11:28, Gaudium Press) Ayer, en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco presidió la misa por la III Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, en la que recordó el vínculo natural que unes las diferentes generaciones. Los ancianos son “raíces que los más jóvenes necesitan para llegar a ser adultos”.
Ante los cerca de 6.000 fieles presentes, entre quienes se encontraban numerosos ancianos, el Pontífice exhortó al cuidado de las personas mayores:
“Estemos atentos, para que nuestras aglomeradas ciudades no se conviertan en ‘concentraciones de soledad’; para que la política, que está llamada a proveer a las necesidades de los más frágiles, no se olvide precisamente de los ancianos, dejando que el mercado los relegue como ‘descartes improductivos’. No vaya a suceder que, a fuerza de seguir a toda velocidad los mitos de la eficiencia y del rendimiento, seamos incapaces de frenar para acompañar a los que les cuesta seguir el ritmo. Por favor, mezclémonos, crezcamos juntos”, afirmó Francisco.
Más adelante continuó en su homilía: “Necesitamos una nueva alianza entre jóvenes y ancianos, para que la linfa de quien tiene a sus espaldas una larga experiencia de vida irrigue los brotes de esperanza de quien está creciendo. En este intercambio fecundo, aprendemos la belleza de la vida, construimos una sociedad fraterna, y en la Iglesia permitimos el encuentro y el diálogo entre la tradición y las novedades del Espíritu”.
Concluyó Francisco diciendo que “no olvidemos a los abuelos y a los ancianos. Muchas veces, gracias a una caricia suya hemos vuelto a levantarnos, hemos reanudado el camino, nos henos sentido amados, sanados por dentro. Ellos se han sacrificado por nosotros y nosotros no podemos sacarlos de la agenda de nuestras prioridades. Crezcamos juntos, vayamos adelante juntos. El Señor bendecirá nuestro camino”.
Con información de Aica
Deje su Comentario