Según el Pontífice, el libro de los Salmos puede definirse como una “sinfonía de oración”, cuyo compositor es el Espíritu Santo.
Redacción (19/06/2024 16:41, Gaudium Press) En la mañana de este miércoles 19, durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco continuó su ciclo de catequesis sobre el Espíritu Santo. También recordó que la Iglesia vive el Año de oración en preparación al Jubileo de 2025 y aconsejó a los fieles reflexionar sobre las enseñanzas presentadas en el Libro de los Salmos.
Libro de los Salmos: una “sinfonía de oración”
Según el Pontífice, este libro del Antiguo Testamento se puede definir como una “sinfonía de oración”, cuyo compositor es el Espíritu Santo. Al igual que en las sinfonías, también hay varios ‘movimientos’ presentes, en este caso hay diferentes tipos de oración: alabanza, acción de gracias, súplica, lamento, narración, reflexión de sabiduría y otros, tanto en forma personal como comunitaria.
Francisco interrogó a los fieles presentes preguntando si rezan con los salmos. Luego les aconsejó que “tomen la Biblia o el Nuevo Testamento y recen un salmo. Hay muchos salmos que nos ayudan a seguir adelante. Creen el hábito de orar con los salmos. Les garantizo que al final serán felices”.
Los salmos enriquecen nuestra oración
Sin embargo, no podemos vivir únicamente del legado del pasado, advirtió. Necesitamos hacer de los salmos nuestra oración, como si fuéramos sus autores. A lo largo del día es bueno repetir y orar los versículos que hablan a nuestro corazón, ya que son válidos para todos los momentos y aumentan su eficacia con la constancia.
El Papa aseguró que “no hay estado de ánimo ni necesidad que no encuentre en los salmos las mejores palabras para transformarlos en oración. Enriquecen nuestra oración, porque con ellas podemos expresar alabanza, bendición, acción de gracias, involucrando también a la creación”, concluyó. (EPC)
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