Las criaturas son rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios, expresó el Pontífice en la audiencia general
Ciudad del Vaticano (16/09/2020 14:21, Gaudium Press) En la audiencia general de hoy, realizada como las anteriores analizando temas correlatos con la pandemia, el Papa Francisco tuvo una palabra especial para los “cuidadores” en la sociedad, las personas que particularmente en estos tiempos a menudo no reciben “ni el reconocimiento ni la remuneración que merecen”. “El cuidado es una regla de oro de nuestra humanidad y trae consigo salud y esperanza” afirmó.
El Pontífice se enfocó luego en el cuidado de la llamada “casa común”, “la tierra y a cada una de sus criaturas”, recordando que no se debe abusar de la creación.
Las criaturas, rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios
“Las criaturas tienen un valor en sí y reflejan, cada una a su manera, un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios”. Sin embargo, para descubrir ese valor y ese rayo de luz divina es necesario el silencio, la escucha y la contemplación, que también sana el alma.
“Sin contemplación es fácil caer en un antropocentrismo desviado y soberbio”, puntualizó el Papa.
Antropocentrismo errado, que tiende a hacernos creer que estamos en el centro “pretendiendo que ocupamos el lugar de Dios; y así arruinamos la armonía de la creación, la armonía del plan de Dios” haciendo que nos olvidemos de nuestra “vocación de custodios de la vida”. “El trabajo no es sinónimo de explotación – dijo Francisco– , sino que siempre va acompañado de cuidados: arar y proteger, trabajar y cuidar… esta es nuestra misión”.
“El mejor antídoto contra este abuso de nuestra casa común es la contemplación” subrayó. “Es importante recuperar la dimensión contemplativa”. Cuando contemplamos, descubrimos en los demás y en la naturaleza algo mucho más grande que su utilidad, descubrimos el valor intrínseco de las cosas que les ha dado Dios.
Como ejemplo de esta contemplación, recordó el Papa a San Ignacio en sus ejercicios espirituales, cuando invitaba a la “Contemplación para alcanzar amor”. Un llamado “a considerar cómo Dios mira a sus criaturas y a regocijarse con ellas; a descubrir la presencia de Dios en sus criaturas y, con libertad y gracia, a amarlas y cuidarlas”.
El Papa invitó a ser contemplativos en la acción, haciendo que el progreso sea sostenible. Contemplar y cuidar, estableciendo una correcta relaciónconla creación, que favorezca que nos convirtamos en ‘custodios’ de la casa común, custodios de la vida y de la esperanza, fue la invitación del Papa.
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