En un encuentro con los participantes del curso de formación litúrgica del Pontificio Instituto Litúrgico de San Anselmo, el Santo Padre recordó la importancia de una formación sólida y continua para una liturgia bella y digna.

Foto: Vatican News
Redacción (17/11/2025 11:10, Gaudium Press) El Papa León XIV recibió el lunes 17 de noviembre a los participantes del curso de formación avanzada para líderes diocesanos responsables de la pastoral litúrgica, organizado por el Pontificio Instituto Litúrgico de San Anselmo. En las primeras palabras de su discurso, el Santo Padre expresó su alegría por reunirse con quienes llevan adelante la misión de la liturgia en las diócesis: «Me alegra darles la bienvenida al inicio de su camino de profundización en su comprensión». Saludó a las autoridades académicas presentes: al Abad Primado, al Rector del Ateneo de San Anselmo, al Presidente del Instituto y a los profesores, recordando la importancia de este curso avanzado dedicado al servicio litúrgico de la Iglesia.
Fidelidad a la tradición litúrgica
León XIV subrayó que esta formación se integra plenamente en la doble misión encomendada al Instituto Pontificio, un servicio ya impulsado por Benedicto XVI. Recordó que el Instituto trabaja «en plena fidelidad a la tradición litúrgica y a la reforma deseada por el Concilio Vaticano II, de acuerdo con los principios rectores de la Sacrosanctum Concilium», la Constitución del Concilio Vaticano II sobre sagrada liturgia. Estas iniciativas de formación también responden a las directrices de la constitución apostólica Veritatis gaudium, cuyo objetivo es preparar a «ministros y fieles para su servicio en la pastoral y la liturgia».
Basándose en la carta apostólica Desiderio desideravi, el Santo Padre subrayó la urgencia de difundir la cultura litúrgica más allá de los círculos académicos: «Es necesario difundir este conocimiento de forma accesible, para que cada fiel pueda crecer en el conocimiento del significado teológico de la liturgia». León XIV insistió en la necesidad, en diócesis y parroquias, de iniciar o reforzar los caminos bíblicos y litúrgicos. Según él, el Instituto podría ayudar a las Iglesias locales a formar a los fieles para «comprender, mediante ritos, oraciones y signos sensibles, el misterio de la fe que se celebra».
Especial atención a los lectores y servidores de la Palabra
El Papa exhortó a los responsables litúrgicos a cuidar la formación de quienes proclaman las Escrituras: «Recomiendo a los directores de pastoral litúrgica que presten especial atención a quienes proclaman la Palabra de Dios. Asegure una preparación exhaustiva de los lectores instituidos y de quienes leen las Escrituras regularmente en las celebraciones». Especificó las habilidades necesarias: un conocimiento bíblico básico, dicción clara, la capacidad de cantar el salmo responsorial y de componer las oraciones de los fieles. Todos estos elementos «ponen en práctica la reforma litúrgica y promueven el crecimiento del camino del Pueblo de Dios».
La formación litúrgica sigue siendo un desafío permanente. «Se han dado muchos pasos, pero aún queda mucho camino por recorrer. No nos desanimemos», exhortó León XIV. Animó a los responsables a retomar con entusiasmo las buenas iniciativas inspiradas por la reforma, buscando «nuevos caminos y nuevos métodos».
Formación de Equipos Litúrgicos y Apoyo a las Parroquias
El Santo Padre recordó que “la pastoral litúrgica es responsable, en cada diócesis, de la formación litúrgica permanente del clero y de los fieles, de la preparación para los ministerios y del cuidado de los grupos litúrgicos parroquiales, ministros, lectores y cantores. Se trata de promover una participación fructífera del Pueblo de Dios, así como una liturgia digna, atenta a las diferentes sensibilidades y sobria en su solemnidad”.
También invitó a revitalizar los grupos litúrgicos parroquiales cuando se encuentran debilitados: “Es necesario esforzarse por hacer atractiva nuevamente esta área de la vida de la Iglesia, capaz de involucrar a personas competentes o con vocación para este tipo de servicio”. Se anima a los participantes del curso a proponer itinerarios formativos adecuados para los párrocos y a implementar las herramientas recibidas durante esta sesión romana.
En conclusión, León XIV expresó un deseo paternal a los participantes del curso de formación avanzada: «que su estancia en Roma, durante el Año Jubilar, revitalice sus energías espirituales» para continuar con «renovado fervor» el servicio litúrgico en las diócesis con la bendición de Dios.
(Con información de Vatican News)




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