Para bien discernir, está la Palabra de Dios, el catecismo y el Paráclito, dijo el Papa

Francisco continuó sus catequesis sobre el discernimiento. Hoy habló de las ayudas de Dios en las elecciones que debemos hacer en la vida.

Redacción (21/12/2022 08:54, Gaudium Press) En su catequesis de hoy, en el aula vaticana Pablo VI, y también sobre el discernimiento, Francisco habló de las elecciones que constantemente tenemos que hacer en la vida, y las ‘ayudas’ de Dios para que estas elecciones sean las mejores.

A veces es “complicado” discernir el mejor camino, porque la vida es complicada, dijo el Papa. Pero para bien discernir, está, primero, “la confrontación con la Palabra de Dios y la doctrina de la Iglesia”, que “ayuda a leer lo que se mueve en el corazón, aprendiendo a reconocer la voz de Dios y a distinguirla entre otras voces, que parecen imponerse a nuestra atención, pero que al final nos dejan confundidos”. “La voz de Dios resuena en la calma, en la atención, en el silencio”.

A veces no escuchamos la voz apaciguadora de Dios, por las agitaciones de las ocupaciones. Por eso Francisco pidió:  “Por favor, cálmate un poco. Entra en ti, en ti mismo”. “Detente. Mira lo que siente tu corazón”. En ese momento de calma, escuchamos “la voz de Dios”.

Telegramas de Dios

En la confrontación con la Palabra de Dios, debemos saber que esta “no es simplemente un texto para leer”, sino más bien “una presencia viva”, por la cual podemos vivir “una relación afectiva con el Señor Jesús”.

“Leer la Biblia, leer un fragmento, uno o dos fragmentos de la Biblia, son como pequeños telegramas de Dios que te llegan de inmediato al corazón”. También está la meditación ante el Crucifijo, donde contemplamos el amor pleno de Jesús, que fue capaz de afrontar toda prueba por cada uno de nosotros.

Otra gran ayuda en el discernimiento es la invocación al Espíritu Santo, que es “discernimiento en acción”.

“Yo les pregunto: ¿rezan al Espíritu Santo? Pero, ¿quién es? ¿El Gran Desconocido? Rezamos al Padre, sí, el Padrenuestro, rezamos a Jesús, ¡pero nos olvidamos del Espíritu! […] ¡El Espíritu Santo es quien da vida a tu alma! Déjenlo entrar. Hablen con el Espíritu como hablan con el Padre, como hablan con el Hijo […] Es la fuerza de la Iglesia, es Quien te hace avanzar”, dijo Francisco.

“¿Has hecho algo malo? Habla al Espíritu que está contigo y dile: ‘Ayúdame, he hecho esta cosa feísima…’. Pero no canceles el diálogo con el Espíritu Santo. ‘Padre, estoy en pecado mortal’: no importa, habla con Él para que te ayude a perdonarte. Nunca abandones este diálogo con el Espíritu Santo”.

Con estas ayudas que el Señor nos da, – concluyó el Papa – no debemos temer.