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La Conferencia Episcopal italiana ha emitido pronunciamientos para que las celebraciones de Navidad sean de la mejor manera respetando las normas anti Covid. Pero se pide al Estado seguridad.
Roma (10/12/2020 10:02, Gaudium Press) A la burla estúpida, de un tema sagrado, el Patriarca de Venecia Francisco Moraglia ha respondido con serenidad, cortesía y decisión, recordando a un ministro de Estado lo importante, y es que cumpla con su deber.
El ministro italiano de asuntos regionales, Francesco Boccia, había dicho que había que dar la oportunidad al niño Jesús de nacer con un par de horas de anticipación, para cumplir con el toque de queda. El Patriarca expresó que “los ministros deben concentrarse en su deber y no preocuparse tanto por el momento en que nació el Niño Jesús. Creo que la Iglesia tiene la madurez y la capacidad para evaluar su comportamiento de acuerdo con las diligentes solicitudes de las autoridades públicas”. ¿Un cierto cansancio del alto clero italiano con la intromisión del Estado en asuntos que no le competen? Parecería, tras la estela de lo que está ocurriendo en Francia.
Zapatero a tus zapatos
Por lo demás, el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Italiana se ha pronunciado con diversas indicaciones para respetar las normas anti Covid.
Es claro que lo esencial de la Navidad no es el horario.
“La liturgia ordinaria de la Iglesia prevé la misa de la tarde, la vigilia, la noche de Navidad y la mañana de Navidad – dijo el Patriarca – . Recuerdo que para la Iglesia el día comienza con la celebración de las vísperas, por lo que al final de la tarde ya es a las todos los efectos al día siguiente. No es un problema aquello que ha esgrimido o tratado de resolver el ministro Boccia, sino simplemente una cuestión de organización de horarios”.
“Queremos obedecer la ley como buenos ciudadanos, que también tienen la madurez para entender cómo se manejar sus celebraciones y sin necesitar el asesoramiento teológico de quienes quizás están menos equipados como estudios sobre el tema”, expresó el Patriarca Moraglia.
También evidencia la confusión que existe en la opinión pública sobre todos estos temas.
“Necesitamos seguridad. Estamos asistiendo a peleas entre virólogos que dicen todo y todo lo contrario, deslegitimándose varias veces al día”, dijo.
También clase política debe ofrecer seguridad.
“Incluso aquellos que no hacen política como yo necesitan una política buena y diferente. Quienes gobiernan deben poder dar una línea unificada, y no ser pendencieros”, advirtió, “sabemos que 200 médicos y 50 enfermeras han muerto por culpa del Covid. En cuidados intensivos creo que se discute poco y se trabaja mucho”.
Menos charla y más trabajo, dice el adagio popular (SCM).
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