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Entre tanto, el gobierno parece dispuesto a calificar como delito la oración en silencio en torno a clínica de aborto.
Redacción (19/08/2024, Gaudium Press) La policía de West Midlands pagó 13.000 libras esterlinas (unos 16.800 dólares) como compensación a Isabel Vaughan-Spruce, la voluntaria arrestada dos veces por orar en silencio cerca de un centro de abortos en Birmingham, Inglaterra.
El acuerdo se produce cuando, según consta, el gobierno del Reino Unido se dispone a fortalecer su represión contra la oración en silencio cerca de los centros de aborto, etiquetándola expresamente como “criminal” en la próxima legislación nacional sobre “zonas neutrales”.
Vaughan-Spruce, directora de March for Life UK, fue arrestada por primera vez en diciembre de 2022 por orar en silencio dentro de una zona de orden de protección del espacio público (PSPO) afuera de un centro de abortos cerrado.
En febrero de 2023, Vaughan-Spruce fue absuelta de todos los cargos relacionados con este incidente. Sin embargo, fue arrestada nuevamente en marzo de 2023 por la misma actividad.
La compensación de la policía de West Midlands reconoce el trato injusto y la violación de los derechos humanos de Vaughan-Spruce.
ADF UK informó que Vaughan-Spruce había presentado una demanda contra la policía por “dos arrestos injustos y encarcelamientos falsos; abuso y agresión en relación con un registro intrusivo de su persona; y por una violación de sus derechos humanos tanto respecto de las detenciones como de las onerosas condiciones de libertad bajo fianza que se le impusieron”.
A pesar de esta victoria, persisten preocupaciones sobre posibles violaciones futuras de la libertad religiosa y la libertad de pensamiento.
El gobierno del Reino Unido está dispuesto a implementar “zonas neutrales” a nivel nacional alrededor de los centros de aborto, lo que podría dar lugar a más arrestos por orar en silencio u ofrecer ayuda a mujeres que estén pensando abortar.
Jeremiah Igunnubole, asesor legal de ADF UK, comentó sobre implicaciones más amplias: “El hecho de que, según consta, el gobierno esté dispuesto a calificar ‘la oración en silencio’ como un delito penal, descaradamente contrario a su compromiso con las leyes internacionales de derechos humanos, expone la crisis de libertad de expresión y pensamiento en el Reino Unido hoy”.
Con información de CNA.
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