El año pasado las ordenaciones cayeron a un mínimo histórico en todo el país, 29.
Mons. Wolfgang Ipolt – Foto: Wikipedia
Redacción (15/07/2025 08:58, Gaudium Press) El número de ordenaciones sacerdotales en Alemania cayó en 2024 a solo 29 en todo el país, la cifra más baja de la historia reciente. Para monseñor Wolfgang Ipolt, «antiguo formador de seminaristas» y desde 2011 obispo de Görlitz, el dato «es un espejo de la situación de la fe» en el país. «¿De dónde van a salir las vocaciones si no es de células vivas de fe?», plantea, recordando que cada vez hay menos comunidades de este tipo y que la demografía también influye.
El prelado coincide con otros formadores en que hoy «hace falta valor» para iniciar el camino hacia el sacerdocio: candidatos poco numerosos, entornos críticos y «miradas de extrañeza incluso dentro de la propia familia» pueden desanimar a los jóvenes. Frente a ese panorama, sostiene que las vocaciones «no se fabrican», pero sí pueden favorecerse creando espacios donde el llamamiento de Dios «se escuche mejor»: grupos bíblicos, círculos de oración y parroquias que «actúen como chispas» de vida espiritual.
Ipolt insiste en la importancia de que todo el presbiterio muestre una actitud positiva: «Quejas y lamentos no resultan atractivos». Sugiere, además, visibilizar la diversidad actual del ministerio, que abarca capellanías en cárceles, hospitales o colegios, para romper la imagen de un sacerdote reducido al papel de «gestor» de una macroparroquia.
La oración ocupa un lugar central en su estrategia vocacional. El obispo mantiene en su diócesis el «jueves sacerdotal», primer jueves de cada mes, dedicado a pedir por las vocaciones, y subraya el valor del IV Domingo de Pascua, Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones.
En la pastoral vocacional, añade, «primero hay que redescubrir que todo ser humano está llamado por Dios». Para él, la crisis eclesial es «ante todo una crisis de Dios»: sin la conciencia de un proyecto divino sobre cada persona, resulta imposible abrirse a una llamada específica.
El obispo cita la parroquia de Wittichenau, de tradición germano-sorbia, como ejemplo singular: su intensa vida litúrgica y fuerte cohesión social han originado varias vocaciones, en contraste con el resto del país.
La diócesis de Görlitz acaba de ordenar a dos nuevos sacerdotes y cuenta con otros dos seminaristas en formación. No obstante, Ipolt reconoce que «harían más falta dos o tres nuevos agentes de pastoral laicos», cuyos puestos vacantes siguen sin cubrirse.
A un joven que dude si dar el paso, le aconseja: «Lee el Evangelio con regularidad y subraya los versículos que te interpelen», además de participar en la misa dominical, rezar a diario y dialogar con un sacerdote experimentado. Cuarenta y seis años después de su propia ordenación, Ipolt concluye: «No me he arrepentido ni un solo día; este servicio sigue estando pleno de sentido».
Con información de InfoCatólica.
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