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La misa que hoy se celebraba en el santuario de los mártires de Uganda, y a la que iban millones de personas, sólo pudo ser asistida por 60, Pero ellos, los santos mártires, siguen intercediendo por sus devotos.
Kampala (03/06/2020 18:13, Gaudium Press) La misa anual por los mártires de Uganda es un acontecimiento con repercusión en toda África e incluso más allá. La celebración eucarística que se realizó hace dos años en el santuario de Namugongo, lugar donde fueron martirizados, atrajo alrededor de dos millones de personas, lo que es más que un acontecimiento en un país de alrededor de 43 millones de habitantes.
Hoy, la Misa Anual de los Mártires de Uganda solo fue asistida presencialmente por 60 personas, quienes representaron a esos millones de devotos de estos castos hombres, que prefirieron la muerte antes que renegar de la doctrina de Cristo y ver mancillados sus cuerpos con el pecado. Recordemos que el inicuo rey Mwanba II, a finales del S. XIX, era presa del vicio de la carne contra natura, y al percibir que la doctrina cristiana le era contraria, inició una cruel persecución. Los mártires fueron hechos prisioneros y luego atacados con hachas y quemados vivos. Cuentan testigos que algunos morían cantando loas al Señor.
El Arzobispo de Kampala recordó un hecho milagroso con una epidemia
Hoy, en su sermón que también fue transmitido por livestream, el Arzobispo de Kampala, Mons. Cyprian Kizito Lwanga, recordó un hecho relacionado con los mártires de Uganda, que invita a que a ellos nos encomendemos con ocasión de la pandemia que asola al globo.
Mons. Lwanga habló de la curación milagrosa de dos religiosas, en el año de 1941.
Estas dos hermanas eran de la congregación de Misioneras de Nuestra Señora de Uganda, que vivían en la capital Kampala, quienes un día tuvieron que enterrar a su otra hermana religiosa que había sido alcanzada por la terrible peste bubónica o peste negra. Sin embargo, sabían que ellas serían las siguientes en fallecer, pues también estaban infectadas.
“Todo el mundo sabía que ellas morirían”, contó el Arzobispo de Kampala. Sin embargo, “milagrosamente, fueron curadas”. Agregó Mons. Lwanga que una comisión de especialistas del Vaticano concluyó que la medicina que las religiosas estaban tomando contra la peste no era efectiva, y que aunque lo fuera, nunca habrían podido recuperar su salud en tan poco tiempo.
Pero es que habían pedido la intercesión de los Santos mártires de Uganda…
Comúnmente, el día de la Misa Anual de los Mártires de Uganda asisten al santuario personas de toda África, de los Estados Unidos, México, Italia, Irlanda, Singapur, Canadá… tal es la fama global de intercesión que tienen estos santos. Pero hoy, restringidos de ir, y conociendo el milagro relatado arriba con las religiosas misioneras en 1941, es ocasión para que en todas partes se pida su intercesión por todas las afectaciones que ha traído la Covid-19.
Los mártires de Uganda fueron beatificados en 1920 y canonizados en 1964 por Pablo VI. Alrededor de su Basílica en Namugongo fueron siendo construidos centros de acogida de peregrinos y otras instalaciones.
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