La piadosa devoción mariana del rezo del Santo Rosario ha sido recomendada por innumerables papas y santos a lo largo de la historia.
Redacción (01/10/2021 12:23, Gaudium Press) La Iglesia Católica dedica el mes de octubre al Santo Rosario, una práctica piadosa recomendada por Nuestra Señora a través de Santo Domingo de Guzmán y amada por innumerables santos a lo largo de la historia. Pero, ¿cuál es el origen de esta benéfica tradición?
El origen del Santo Rosario
Pocas personas lo saben, pero el origen del término Rosario está ligado a los romanos y griegos, quienes solían coronar con rosas las imágenes que representaban a sus dioses, como símbolo de la ofrenda de sus corazones. De ahí la palabra “rosario», que significa «corona de rosas».
Basándose en esta tradición, las mujeres cristianas que fueron llevadas al coliseo romano para ser martirizadas llevaban coronas de rosas en la cabeza, simbolizando el gozo y la entrega de sus corazones a Dios. Por la noche, los cristianos iban al Coliseo y recogían estas rosas rezando los salmos por el eterno descanso de estos mártires.
A los cristianos de la época se les animaba a rezar este “rosario” recitando los 150 salmos de David. Sin embargo, esta costumbre sólo la practicaban los fieles más educados que sabían leer. Debido a esto, la Iglesia sugirió que los salmos fueran reemplazados por 150 Ave Marías divididos en quince docenas. Esta práctica se conoció como el “Salterio de la Virgen”.
El Santo Rosario y Santo Domingo de Guzmán
Siglos más tarde, en 1208, Nuestra Señora se apareció a Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores (más conocidos como Dominicos), y le enseñó a rezar el Santo Rosario como lo conocemos hoy. Luego le pidió que difundiera esta devoción por todo el mundo.
En ese momento, el santo español se encontraba en el sur de Francia luchando contra la herejía albigense. A través del Santo Rosario, Santo Domingo de Guzmán pudo convertir a innumerables albigenses y logró abundantes gracias.
¿Cómo surgió la fiesta de Nuestra Señora del Rosario?
En el siglo XVI, Europa estaba al borde de una invasión musulmana. A la luz de esto, el Papa San Pío V recibió una revelación de Nuestra Señora en la que se le advirtió que los católicos ganarían la batalla contra los musulmanes a través del rezo del Santo Rosario. Confiado en la promesa de la Madre de Dios, el Pontífice exhortó a los fieles de toda la Iglesia a rezar el Rosario con fe y devoción.
Cumpliendo su promesa, el 7 de octubre de 1571, Nuestra Señora otorgó la victoria a los católicos en esta histórica batalla naval. En honor a esta milagrosa victoria, el Papa San Pío V instituyó la fiesta de Nuestra Señora del Rosario.
Misterios Luminosos del Santo Rosario
Durante los primeros siglos, los católicos rezaron el rosario dividido en solo tres misterios: alegre, doloroso y glorioso. En octubre de 2002, el Papa San Juan Pablo II publicó la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae, a través de la cual presentó a la Iglesia cinco nuevos misterios llenos de luz: los misterios luminosos.
“Pasando de la infancia y la vida de Nazaret a la vida pública de Jesús, la contemplación nos conduce a los misterios de Cristo y la luz. Él es ‘la luz del mundo’. Pero esta dimensión se manifiesta sobre todo en los años de la vida pública, cuando anuncia el Evangelio del Reino. Queriendo señalar a la comunidad cristiana cinco momentos significativos – misterios “luminosos” – en esta etapa de la vida de Cristo, creo que podemos señalar: 1º su Bautismo en el Jordán; 2º su auto-revelación en las bodas de Caná; 3º su proclamación del Reino de Dios invitando a la conversión; Cuarto su transfiguración; 5ª institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual”, afirma el Pontífice en el documento.
Promesas de Nuestra Señora a quienes rezan el Santo Rosario
Para los católicos que rezan el Santo Rosario, Nuestra Señora hizo las siguientes promesas:
1. Quienes recen el Rosario con gran fe recibirán gracias especiales;
2. Prometo mi protección y las mayores gracias a quienes recen el Rosario;
3. El Rosario es un arma poderosa para evitar ir al infierno: destruye los vicios, reduce los pecados y nos defiende de las herejías;
4. Recibirá la virtud y las buenas obras abundarán, recibirá la piedad de Dios para las almas, rescatará los corazones de las personas de su amor y vanidades terrenales, y las elevará en su deseo de las cosas eternas. Las almas serán santificadas a través del Rosario;
5. El alma que se encomienda a mí en el Rosario no perecerá;
6. Quien reza el Rosario con devoción y tiene los misterios como testimonio de vida, no conocerá la desgracia. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios y tendrá la recompensa de la vida eterna;
7. El que es un verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Santos Sacramentos;
8. Aquellos que recen el Santo Rosario con gran fe, en vida y en el momento de su muerte, encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en el momento de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos;
9. Liberaré del purgatorio a los que recen el Rosario con devoción;
10. Los niños devotos del Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el Cielo;
11. Recibirás todo lo que pidas a través del Rosario;
12. Los que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades;
13. Mi hijo me ha concedido que quien se confíe a mí para rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en la vida y en la hora de la muerte;
14. Son mis hijitos que rezan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo;
15. La devoción a mi Rosario es un gran signo de predestinación. (EPC)
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