¿Por qué Santa Lucía es la protectora de los ojos?

Los milagros atribuidos a su intercesión la convirtieron en una de las santas más invocadas, sobre todo a la hora de pedir una cura para enfermedades oculares o ceguera.

Redacción (13/12/2021 18:44, Gaudium Press) Santa Lucía es tradicionalmente conocida e invocada como la santa protectora de los ojos. ¿Pero sabe Ud. cómo consiguió ese título?

Voto de castidad perpetua

Para explicarlo es necesario volver a la historia de Santa Lucía, que perteneció a una familia católica italiana muy rica. Su trasfondo religioso era tan bueno que de joven hizo voto de castidad perpetua.

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Después de la muerte de su padre, la madre de la Santa reveló que quería que se casara con un joven pagano. Luego Lucía pidió tiempo para reflexionar y peregrinó hasta el sepulcro de Santa Águeda, mártir. Allí sintió que Dios quería que ella mantuviera su voto de virginidad.

Santa Lucía, consciente de los sufrimientos por los que pasaría a raíz de su decisión, vendió todo lo que tenía y se lo dio a los pobres. Al negarse a ofrecer sacrificios a los dioses y romper su voto de castidad, las autoridades paganas la condenaron a ser decapitada.

Mejor no ver que negar la Fe

Una vieja tradición oral dice que Santa Lucía incluso se sacó los ojos y se los dio a su verdugo, simbolizando que prefería no ver antes que negar su fe cristiana.

Antes de ser decapitada y asesinada, Santa Lucía hizo una verdadera profesión de Fe frente a todos los presentes, destacando que no adoraría a los dioses paganos. “Adoro a un Dios verdadero y le prometí amor y fidelidad”, afirmó rotundamente.

La devoción a Santa Lucía se extendió rápidamente entre los cristianos y fue vista tanto como un ejemplo de fe que el Papa Gregorio el Grande la incluyó en el canon de la Santa Misa. Los milagros atribuidos a su intercesión la convirtieron en una de las santas más invocadas, sobre todo a la hora de pedir una cura para enfermedades oculares o ceguera.

Oración a Santa Lucía

Santa Lucía, que mantuvisteis vuestra Fe y confianza en Dios, a pesar de haber pasado por uun gran sufrimiento, ayudadme a no dudar de la Protección Divina, defendedme no solo de la ceguera física, sino también de la ceguera espiritual, y atended mi pedido (se formula la petición). Mantened la luz en mis ojos para que yo tenga la fuerza de mantenerlos siempre abiertos a la verdad y la justicia, y para que pueda contemplar las maravillas del Universo, los rayos del sol y las sonrisas de los niños. Oh, querida Santa Lucía, os agradezco que atendais mi súplica. Santa Lucía, ¡rogad por nosotros! Amén. (EPC)