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Llega a Bolivia uno de los principales investigadores del Vaticano en estas materias, Mons. Jordi Bartomeu.
Luis Arce – Foto: Wikimedia Commons
Redacción (23/05/2023 12:35, Gaudium Press) Es claro que la Iglesia tiene sus contradictores a priori, que aprovechan las ocasiones que consideren propicias para atacarla. Pero también es cierto que los ataques también son comúnmente ocasión de purificación, de exámenes de conciencia, para que se revisen estructuras laxas que cuelan, propician o mantienen los fallos.
Desde el 30 de abril pasado, cuando El País de España difundió la noticia del hallazgo del diario del jesuita Alfonso Pedrajas, en el que este suscribe el abuso contra al menos 85 menores, la marée montante de revelaciones de este tipo de hechos no ha parado de crecer.
Denuncias contra 23 sacerdotes
El pasado viernes 19 de mayo el Procurador General Wilfredo Chávez declaraba que hasta ese momento se sumaban “23 los nombres de sacerdotes implicados en la pederastia en el país, donde hay violaciones incluso a niños pequeños de entre 6 y 12 años de edad”. Afirma el Procurador que ya se tienen denuncias de 200 casos de abuso.
Informan ahora diversos medios la Carta dirigida ayer al Papa por el presidente boliviano, Luis Arce, en la que se incluye diversos pedidos al Pontífice:
“Sabedores que la Iglesia católica, bajo su conducción, ha realizado investigaciones sobre hechos de abuso sexual a niñas, niños y adolescentes en diferentes latitudes del mundo, que tienen identificados casos y presuntos autores, pido a usted que la Justicia boliviana pueda acceder a todos los archivos, expedientes e información referente a estas denuncias y hechos de abuso sexuales cometidos por sacerdotes y religiosos católicos en territorio boliviano”, expresa la comunicación, que fue leída a viva voz ante los medios por la ministra de la Presidencia, María Nela Prada.
Arce se declara “consternado e indignado” por los hechos de abuso publicitados por estos días, y particularmente por los cometidos por Pedrajas, los cuales “con absoluta impunidad fueron ocultos durante años, tiempo que transcurrió en aparente normalidad por el silencio cómplice de la estructura eclesial local, que encubrió los mismo con una inaceptable indiferencia e indolencia”.
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Después de decir que hay “investigaciones judiciales en curso” para el esclarecimiento de estos hechos, tanto de las acciones de abuso como de su encubrimiento, el presidente boliviano, dice que no son estos “errores o desviaciones de conducta”, sino “delitos que dañan de por vida a niñas y niños, y que también dañan a la Iglesia”, los cuales “no pueden quedar impunes”.
Proyecto de ley, aumento de penas, Comisión de la Verdad
Para luchar contra la impunidad, Arce comunica a Francisco que hay ya un anteproyecto de ley para declarar la “imprescriptibilidad de estos delitos”, proyecto que a la par de aumentar las penas para el encubrimiento, crea una Comisión de la Verdad para el esclarecimiento.
Además de pedir la información que el Vaticano pueda tener sobre denuncias de abusos sexuales cometidos por clérigos en Bolivia, Arce pide al Papa una revisión conjunta “de los antecedentes de los sacerdotes católicos extranjeros que actualmente se encuentran” en Bolivia. Declara asimismo que desde el gobierno “estamos trabajando en mecanismo de fortalecimiento del control y revisión de los antecedentes personales para el ingreso a territorio boliviano de nuevos sacerdotes y religiosos católicos extranjeros”, con miras a que no se repitan los hechos publicitados.
El presidente de Bolivia reconoce la labor de “muchos sacerdotes de la Iglesia católica”, especialmente en el campo de la justicia social, pero al tiempo rechaza “toda acción que se constituya en delito y violación a los derechos humanos en general, y en particular a los de nuestra niñez”.
Desde el inicio, el gobierno se comunicó con el Vaticano
De hecho, no es esta la primera comunicación del gobierno boliviano con la Santa Sede, a raíz del escándalo de abusos.
El ministro de Relaciones Exteriores, Rogelio Mayta, ha dicho a los medios de comunicación “que desde que se ha conocido la primera información de estos indignantes sucesos, de estos indignantes hechos se ha tenido contacto con el Vaticano expresando la preocupación del Estado boliviano”.
Ahora, el Vaticano ha enviado a Mons. Jordi Bertomeu, oficial del Dicasterio de la Doctrina de la Fe, quien, de acuerdo a declaraciones del secretario general del episcopado boliviano, Mons. Giovani Arana, “desempeñará un papel orientado y reflexivo en relación a las denuncias de abuso sexual perpetradas por religiosos a lo largo de varios años”. Mons. Bertomeu está en Paraguay, pero llegará en las próximas horas a Bolivia.
Mons. Bertomeu junto a Mons. Charles Scicluna, secretario adjunto de Doctrina de la Fe, fue uno de los investigadores en la crisis sobre abusos sexuales en Chile en el 2017-2018, que tuvo uno de sus momento auge cuando a inicios de este año todos los 34 obispos chilenos presentaron su dimisión al Papa.
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