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El cuestionado Mons. Bätzing se sorprende que conversando con los jóvenes no surjan sus “grandes preguntas”, como celibato, sacerdocio femenino.
Foto: Wikipedia
Redacción (05/08/2024, Gaudium Press) El cuestionado Mons. Georg Bätzing, presidente del episcopado alemán, quien acompañó la peregrinación internacional de monaguillos que se reunió la semana pasada en Roma, en entrevista con Radio Vaticano realizó una confesión que a muchos sorprendió:
Los jóvenes, dijo “me hacen preguntas, me hacen las preguntas que tienen más cerca de su corazón. Y curiosamente, no son las grandes preguntas que suelen surgir: celibato, sacerdocio femenino…”
Algunos analistas, de voces suspicaces, han comentado que el Obispo no parece tener mucho contacto con la realidad-real, o está así teniendo sus primeras experiencias sinodales reales.
Vatican News: Usted mencionó anteriormente en el formato «Pregunte al Obispo» que ha tenido muchas conversaciones estos días con muchos grupos de monaguillos. ¿Qué le ha sorprendido o inspirado de estas conversaciones?
Monseñor Bätzing: Sí, pensé de antemano cómo me encontraría con los jóvenes. Y me decidí: Quiero reunirme con el mayor número posible de grupos pequeños. Celebramos juntos los grandes servicios religiosos. Somos miles aquí, de nuestra diócesis, y visito los grupos en los que quieren encontrarme. Y entonces me hacen preguntas, me hacen las preguntas que tienen más cerca de su corazón. Y curiosamente, no son las grandes preguntas que suelen surgir: celibato, sacerdocio femenino…
Por ejemplo, una joven preguntó ayer: «¿Cuál es la diferencia entre nuestra religión y la mitología?» Primero tuve que pensar por mí mismo, y luego nos pusimos a hablar. A los jóvenes les interesan este tipo de preguntas. Pero también me doy cuenta de que quieren que esta Iglesia se mueva para que siga siendo su Iglesia. Porque no quieren quedarse fuera de su tiempo. Queremos ser gente de nuestro tiempo y al mismo tiempo amigos de Jesús. Y buscan una conexión.
A estos textos el redactor de Infocatólica acota que “quizá esas preguntas no resueltas y enfocarse en la agenda de un pequeño grupo de presión que quiere hacerse pasar por los católicos alemanes ayuda a explicar la apostasía sin término en el país”, una Iglesia que como la alemana, está perdiendo medio millón de feligreses por año.
Con información de Infocatólica
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