viernes, 21 de noviembre de 2025
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Presidente de los Heraldos del Evangelio – España: “Apreciamos es la oración y la búsqueda de la verdad”

Javier Navascués entrevistó al Hno. Carmelo Callejas, entre otros temas sobre el revuelo causado por el libro “El Comisariado de los Heraldos del Evangelio”.

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Redacción (21/11/2025 09:12, Gaudium Press) Reproducimos a continuación la entrevista realizada por Javier Navascués a Carmelo Callejas, presidente de los Heraldos del Evangelio en España, sobre diversos aspectos de los Heraldos, particularmente la situación vivida bajo el comisariado al que han estado sujetos desde hace varios años.

La entrevista ha sido publicada en Infocatólica:

Entrevistamos al Hno. Carmelo Jesús Callejas Escobar, Presidente de los Heraldos del Evangelio en España. Natural de Sevilla, España, donde realizó sus estudios. Muy joven, conoció a los Heraldos del Evangelio y con ellos terminó su formación académica. Dedicado principalmente a la catequización, ha impartido cursos tanto dentro de la Asociación como en diversas parroquias, por los lugares donde ha sido destinado: Zaragoza, Madrid, Granada, Palencia, Guadix, México.

También se ha especializado en actividades como Socorrismo y Primeros Auxilios. Ha dirigido cursos de formación para la Consagración a la Santísima Virgen, según el método de San Luis María Grignion de Monfort y ha coordinado Misiones Marianas en varias Diócesis de España. En la realización y confección de Belenes, ha visto un importante foco de atracción, como medio muy significativo de evangelización para jóvenes y adultos. Ha colaborado también en medios de comunicación, como Radio María España y Radio Santa María de Toledo.

En esta entrevista nos habla de la difícil e injusta situación que atraviesa el grupo a nivel mundial tras ser intervenido hace años por un Comisario sin poderse demostrar que hay un motivo grave.

¿Por qué considera que los Heraldos llevan años intervenidos con la figura de un Comisario?

Es la pregunta del millón. Según el Derecho Canónico, un comisariado debe estar motivado por una causa grave. Y, desde luego, ésta debería ser conocida. Pero, hasta ahora, las “situaciones problemáticas y de grave carencia”, de que habla el decreto de comisariado no han sido especificadas de forma objetiva en ningún momento. Eso acarrea que vale todo. Lo que es seguro es que existe una animadversión personal o incluso grupal de algunas autoridades a las que, no gustándoles nuestro carisma por muchos motivos, nos han puesto en el punto de mira con una serie de acusaciones sin ningún tipo de fundamento.

A esto le sumamos que hay algunas personas que, habiendo abandonado la institución, o incluso no habiendo pertenecido a ella, por motivos personales de aversión hacia nosotros y queriendo justificarse por la vida apartada de los mandamientos que llevan actualmente, han creado un grupo de detractores que, con mucha inquina y apoyados, como decía antes, por ciertas autoridades, han decidido atacarnos de cualquier forma y manera, intentando destruir la reputación y menoscabando la integridad de los Heraldos. De modo que la consideración del porqué llevamos tanto tiempo intervenidos y con un comisariado aún no tiene una comprensión profunda y veraz, máxime cuando hemos ido obedeciendo y aceptando todo aquello que se nos ha pedido de una manera bienhechora. Sinceramente, creo que la consideración de esta intervención y este comisariado es un rechazo y aversión al tipo humano y el carisma de los Heraldos del Evangelio.

Lo más lamentable del caso es que no se ha podido acusarles de nada irregular y siguen bajo sospecha, con las ordenaciones paralizadas y el consiguiente perjuicio a muchos niveles…

Exactamente. Y no solo eso, sino que, de todo lo que nos han acusado, se ha demostrado por activa y por pasiva que es falso, calumnia o medias verdades sacadas fuera de contexto. Es muy triste que la presunción de inocencia, que forma parte del derecho más básico y fundamental, muchas veces no se tenga en cuenta y que por causa de rechazo y aversión personal se perjudique una institución cuyo único deseo es hacer bien a las almas y que siempre ha estado al servicio de nuestra Santa Madre Iglesia.

Lo que comentas es muy verdadero y muy duro, porque a pesar de que se ha demostrado que no hay ninguna veracidad en todas las acusaciones que nos han hecho, seguimos bajo sospecha. Diáconos que llevan casi siete años sin poder llegar al orden sacerdotal por causa de una determinación injusta, contraria al Derecho Canónico y que hasta ahora no llegamos a entender, perjuicio de tantos jóvenes, como los que han acabado sus estudios y están paralizados, perjuicio de casi 200 jóvenes que están a la espera de emitir votos temporales o aquellos que ya tenían que realizar los perpetuos y no han podido proseguir.

Perjuicio para tantas familias que han depositado su confianza en esta institución y que han visto como sus hijos han sido excluidos de sus centros de formación y que, en previsión de una presumible vocación, están sin un rumbo concreto, debido a la inestabilidad del estatus canónico de la institución. En fin, como ves, es un perjuicio general que los Heraldos estamos sufriendo sin tener un conocimiento de pleno del porqué y casi que sin poder defenderse y con un manto de sospecha sobre nuestra buena fama, que es un derecho de todo ser humano y una necesidad para poder llevar adelante las obras apostólicas, como enseña Santo Tomás.

Sancionados sin diálogo, sin pruebas y sin defensa…un atropello en toda regla. ¿Qué intereses puede haber detrás?

¿La desintegración de un carisma de la iglesia? ¿El querer acabar con nuestra institución? Como bien está expresado en su pregunta, y en el estudio que abordaremos más adelante, todo esto ha sido sin diálogo, sin pruebas y prácticamente sin defensa. Vemos en ello un verdadero atropello al desarrollo de un carisma inspirado por el Espíritu Santo y que la Iglesia ha aceptado como suyo con las tres aprobaciones pontificias que recibimos. De modo que es totalmente incomprensible para nosotros, y para aquellos que nos conocen y que nos han visto trabajar en pro de la Iglesia, este modo de actuar. Un interés desmedido y desproporcionado en desacreditarnos por todos los medios. Podríamos parafrasear aquello del Evangelio: “si he hablado mal – o he actuado mal – dime en qué, si no…”

Y hay un gran agravio comparativo con otros movimientos heterodoxos dentro de la Iglesia que campan a sus anchas…

Dicen que las comparaciones son odiosas, pero viendo la manera de actuar con un movimiento u otro salta la vista que hay dos pesos y dos medidas: una verdadera “cacería” contra ciertos movimientos por razones ideológicas, cuando lo único que queremos es ser católicos en la plenitud del término, mientras que en otros casos se pasa por encima de situaciones realmente graves. Es muy triste, pero cualquiera que esté un poco informado y leído en la actualidad de la Iglesia, tanto de España como del mundo, se dará cuenta de aquello que bien comentas.

¿Cómo está viviendo esta persecución mundial como presidente de los Heraldos del Evangelio de España?

Pues la verdad es que con mucha tristeza, pero a la vez con mucha fortaleza de espíritu y con una gran confianza en que la verdad se abrirá paso en medio de tanta tiniebla. Es un consuelo saber que, como el Señor nos dice tantas veces en el Evangelio, el ser perseguidos, calumniados o silenciados, forma parte de nuestra unión con Cristo. Es cierto que, como presidente de la institución en España, también es una gran responsabilidad el poder dar respuesta a tantas almas que de una u otra manera participan y son parte de nuestro carisma e institución. A veces es difícil explicarles a las personas que sea dentro de tu propia casa donde te mancillen, insulten y calumnien, por eso a todos les pedimos que, con mucha confianza y fortaleza, recen por los Heraldos y por la Iglesia en general. Sabemos, y tenemos la certeza, que Dios se está sirviendo de todo este movimiento para el bien de las almas y para el bien de los Heraldos, pues como dice San Pablo, todo lo que sucede es para el bien de los justos.

¿Cómo valora el libro El Comisariado de los Heraldos y hasta que punto era muy necesario?

Lo valoro sobre todo como un acto de justicia a la verdad. Como te decía antes, son muchísimas las personas que nos preguntan el porqué de esta situación. Sí, se ha llegado a un punto en que tenemos el derecho y la obligación moral de dar las debidas y necesarias aclaraciones a todas esas personas. ¿Por qué no lo hemos hecho antes? Pues por el escándalo que podría producir en muchas almas buenas que ven, con veracidad y sinceridad, – como tiene que ser, – a la Iglesia y a sus miembros y jerarquía como madre y maestra. Pero se ha llegado a un punto, como decía antes, en que, para la preservación de la buena fama de la institución y sus miembros, y por qué no, para proteger la buena reputación y la imagen de la propia Iglesia, nuestra madre, hemos ido obligados a romper este silencio. Por eso es tan necesario este estudio realizado por algunos Heraldos del Evangelio.

¿En qué medida el libro da luz para esclarecer los hechos y defender la integridad de los Heraldos?

Pues creo que en la totalidad de la medida. Primero porque todo lo que está contado en el libro se encuentra documentado de forma abundante. Además, porque hemos querido, – a través de este libro, que, como te decía, está hecho por algunos Heraldos con una preparación académica muy profunda – hacer una narración de los hechos, a fin de poder esclarecer de manera desapasionada, pero con total veracidad, a aquellos que cuestionan y buscan explicaciones. Además, es una cuestión de justicia, pues la prolongación de esta situación puede acarrear sospechas infundadas sobre la existencia de situaciones graves que, en realidad, como se demuestran el libro, no existen de ninguna manera. Injusticia que, como decía antes, ha producido un perjuicio descomunal en nuestra institución. Creo que cualquier persona de buena fe, con sentido común y con sentido del derecho y de la justicia, al leer el libro, se dará cuenta de la realidad que rodea al comisariado de los Heraldos del Evangelio.

¿Esperaban tan buena acogida del libro?

La verdad es que la idea inicial y la intención no era la de dar una gran divulgación a este trabajo, mas si darlo a conocer a las personas más interesadas en todo el caso del comisariado nuestro. Nuestra sorpresa, muy agradable, por cierto, ha sido que ha tenido una grandísima acogida y un grandísimo interés en muchos sectores de la Iglesia y del ámbito civil. De modo que te puedo decir, con toda sinceridad, que está superando nuestras expectativas, sobre todo ahora que ha trascendido a los medios y vemos que, en todas las noticias, los comentarios denotan un apoyo macizo a los Heraldos. Al fin y al cabo, las personas quieren conocer la verdad y saber por qué un árbol que da buen fruto está intentando ser talado de esta manera tan injusta.

¿Por qué merece la pena leerlo?

Pues mira, como te decía, merece la pena leerlo para saber la verdad de lo que ha sucedido y de lo que sucede en muchísimos ámbitos de nuestra Santa y querida Iglesia. Porque es un deber de justicia para con Dios, para con la Iglesia y para con aquellos que participan de este carisma. Y porque es necesario que los hombres de buena voluntad tengan un conocimiento real y veraz de lo que ha pasado con nosotros. Como decía anteriormente, el libro es un relato de los hechos, y un relato realizado con objetividad, documentación y sin pasión por parte nuestra. Simplemente contar lo que ha sucedido. Por ejemplo, el propio asesor jurídico del Comisariado concluyó el relato enviado al Vaticano que, no ha habido ninguna condena contra cualquier Heraldo ni contra la Asociación, siendo que todos los procesos abiertos fueron ganados por nuestra entidad.

¿Cómo se puede conocer a los Heraldos del Evangelio y colaborar con ellos?

Gracias a Dios con medios como el que pones a disposición en esta entrevista. Hoy en día Internet es un medio muy bueno para aquellos que saben buscar la verdad para encontrar a movimientos como los Heraldos del Evangelio. Tenemos un canal de YouTube en España y en otros países de lengua española a través de los cuales hacemos una gran labor evangelizadora. Solo comentarte que los grupos de Consagración que el P. Manuel Rodríguez, E.P. lleva desde hace varios años, ha hecho que más de 2 millones de personas de lengua española hayan hecho la consagración a Jesús por las manos de María, según la espiritualidad de San Luis M. Grignion de Montfort. De modo que un medio para conocernos es Internet y las redes sociales. También a través de las actividades nuestras que, principalmente en Madrid, pero en todo el ámbito de nuestra querida España, realizamos.

Por ejemplo, en Madrid los primeros sábados de mes en la Colegiata de San Isidro a las 11:30h de la mañana. Y siempre de una u otra manera, también a través del boca a oído, se puede acceder a la información de los Heraldos. Y la mejor manera de colaborar con nosotros es la oración. La oración perseverante, humilde y sincera que busca la santificación de las almas y el bien de la Iglesia. Es lo que los Heraldos más apreciamos. Pero también se puede colaborar dando profusión a toda la información verdadera y objetiva que hay sobre nosotros. Nosotros vivimos de la divina Providencia y de la ayuda de aquellas personas que, con buena voluntad, y conociendo el trabajo que hacemos, nos ayudan económicamente. También los que nos leen pueden hacerlo si lo desean.

Pero de verdad, lo que más apreciamos es la oración y la búsqueda de la verdad.

https://www.heraldosdelevangelio.com/comisariado-a-los-heraldos-del-evangelio/

Por Javier Navascués

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