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La princesa alemana concedió declaraciones a TichysEinblick.de, sobre la Iglesia, el Estado y la familia.
Foto: Wikipedia
Redacción (03/12/2025 10:23, Gaudium Press) La historia de Gloria von Thurn und Taxis es de los testimonios de conversión más extraordinarios del catolicismo reciente. Nacida en 1960 en Stuttgart, esta aristócrata alemana pasó de ser conocida como la “Princesa Punk” en los años ochenta a convertirse en una de las defensoras más firmes del catolicismo conservador.
Su juventud transcurrió entre el glamour y el exceso. En 1980 contrajo matrimonio con el príncipe Juan Bautista von Thurn und Taxis, y durante esa década aparecía en revistas de farándula al lado de figuras del jet set, luciendo crestas de colores y protagonizando escándalos que la hicieron famosa en la prensa mundial.
Pero en 1990 quedó viuda a los 30 años, con tres hijos y una deuda familiar de muchos millones de dólares. Fue entonces cuando experimentó su encuentro decisivo con Cristo. Su conversión ocurrió durante una peregrinación a Lourdes en 1991, donde acompañó a enfermos que buscaban a la Virgen María. Ese momento transformó radicalmente su vida.
La tía benedictina
La princesa Gloria ha explicado que una tía suya, monja benedictina, fue fundamental en su camino. Ella le enseñó que debía poner su nombre y fama al servicio del Señor para demostrar la belleza del Evangelio. Y así lo hizo. Dejó atrás su vida de excesos, estudió gestión empresarial y salvó el patrimonio familiar vendiendo propiedades y abriendo su palacio al público.
Hoy, la princesa asiste a misa diariamente, se dice muy devota del Espíritu Santo y de los tres arcángeles, y tiene una especial devoción al Rosario. Su compromiso caritativo es notable: en su castillo de Ratisbona alimenta diariamente decenas de personas necesitadas en lo que ella llama el comedor más hermoso del palacio.
Gloria también se ha convertido en una ferviente defensora de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Dirige la organización “Sí a la vida”, que produce materiales educativos y películas para mostrar la realidad del ser humano desde las primeras semanas de gestación.
La princesa trabaja estrechamente con líderes católicos y tenía una relación especial con el Papa Benedicto XVI, a quien visitaba regularmente. Su castillo se ha convertido en punto de encuentro para católicos comprometidos.
Fue condecorada como Comendadora con placa de la Orden de San Gregorio Magno por el Vaticano en 2008, reconocimiento a su compromiso con la fe. Gloria von Thurn und Taxis demuestra que ninguna vida está tan alejada de Dios que no pueda ser transformada por Su gracia y la intercesión de María Santísima.
En días pasados la princesa habló con el sitio web TichysEinblick.de, sobre la Iglesia, el Estado y la familia. A continuación, algunas de sus frases más impactantes:
– En términos de política social, soy muy liberal. Pero cuando se trata de la fe, de vivir la fe y de la liturgia, soy mucho más conservadora. Estas son las cosas esenciales cuando se habla con el soberano del mundo. Hay que adoptar una cierta actitud.
– Cuando la gente se encuentra con el rey inglés, o con un emperador en África o Asia, hace una reverencia. Y esta reverencia, evidentemente, también es necesaria en la Iglesia y en la vida de fe.
– Estoy totalmente en contra de la idea de que se debe convertir la tolerancia en una especie de religión.
– Durante décadas, se ha dicho a las mujeres que solo son seres humanos completos si tienen una carrera profesional. Pero ser ama de casa y educar a los hijos es una profesión.
– La lección más importante es, de hecho, que debemos volver al matrimonio y a la familia.
– Si hay voluntad política… podemos volver a una tasa de natalidad normal, que no sea inferior, como diremos, al nivel de sustitución.
– Las Iglesias católica y protestante en Alemania están muy politizadas y también son cofinanciadas por el Estado. Lamentablemente, se han adaptado al espíritu de la época.
– Tenemos que volver a vivir nuestra fe, y entonces también volveremos a un mundo más pacífico.
– Mientras nuestra fe cristiana esté, por así decirlo, «en el índice» [ndr. en el sector de las cosas ‘prohibidas’], será muy difícil restablecer el orden.
– Cuando los Estados se apoderan de las religiones, la situación se vuelve peligrosa.
– Me opongo a que se descuide a nuestra propia población y se permita que culturas extranjeras entren en nuestro país de forma descontrolada. Eso es mala gestión.
– Por encima de todo, apoyo que el Estado ayude a las familias jóvenes, para que podamos reducir estas elevadas tasas de aborto. No es posible que llevemos cincuenta años sin reproducirnos y que, a cambio, vaciemos la mitad de África.
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