Protesta contra el Papa: más de 500 belgas quieren ser “desbautizados”

Durante su reciente viaje a Bélgica a finales de septiembre, el Papa Francisco criticó duramente la legislación belga que despenaliza el aborto desde 1990.

Redacción (21/10/2024 14:40, Gaudium Press) Bélgica, que alguna vez fue predominantemente católica, ya no lo es, al menos en su mayor parte. Las recientes declaraciones del Papa Francisco sobre el aborto han provocado una ola de indignación en Bélgica.

Durante su reciente viaje a Bélgica a finales de septiembre, el Papa Francisco criticó duramente la legislación belga que despenaliza el aborto desde 1990. De hecho, en el avión de regreso a Roma, Francisco reiteró que el aborto es un “homicidio” y comparó a los médicos que practican abortos con “sicarios”, esto es, asesinos a sueldo.

Para demostrar su desacuerdo y distanciarse de la posición del Vaticano, más de 500 belgas tuvieron la absurda idea de solicitar el “desbautismo”, es decir, la cancelación de su registro de bautismo en la Iglesia católica, en una carta abierta al nuncio apostólico, el Arzobispo de Malinas-Bruselas y las siete diócesis de Bélgica. Los firmantes expresan que las declaraciones del Papa son “totalmente inaceptables”. Dicen que esos comentarios no tienen cabida en un Estado laico como Bélgica, donde el aborto es un derecho garantizado por la ley.

El ex delegado general belga para los Derechos del Niño, Bernard De Vos, convocó a principios de octubre un gran “movimiento de desbautismo” para expresar su rechazo a la posición defendida por el Papa Francisco. Según informes de los medios, 524 personas ya se han sumado a esta campaña.

En la carta abierta, los firmantes denuncian también la gestión de los casos de abuso en la Iglesia belga y lo que consideran un apoyo y una compensación insuficientes para los afectados por los abusos.

El gobierno belga

Por su parte, el primer ministro belga, Alexander De Croo, también se opuso al Papa, defendiendo a los médicos y la legislación de su país. Criticó duramente al Papa, recordándole que “la época en la que la Iglesia dictaba la agenda política ya pasó” y pidió “respeto a los médicos que hacen su trabajo lo mejor que saben y dentro de un marco legal”. Y coincidió con los pedidos de “desbautización”.

En Bélgica, a diferencia de Alemania, no es posible abandonar formalmente la Iglesia. Las personas que desean abandonar la Iglesia intentan que su nombre sea eliminado del registro bautismal de la Iglesia. Sin embargo, la Iglesia rechaza este procedimiento, ya que el principio teológico es: una vez bautizado, bautizado para siempre.