El proyecto de ley fue abordando las preocupaciones planteadas por la histórica elección del Papa León XIV, el primer Papa estadounidense.
Foto: Lydia Matzal en Unsplash.
Redacción (24/07/2025 15:48, Gaudium Press) La Ley de Protección de la Santa Soberanía (H.R. 4501), presentada el 18 de julio por el representante Jeff Hurd (republicano por Colorado), responde a las posibles complicaciones legales en torno a la ciudadanía estadounidense del Papa León XIV.
Hurd, congresista en su primer mandato por el tercer distrito de Colorado, describió la legislación como un reconocimiento de “la naturaleza extraordinaria del Papado: un papel donde se encuentran la fe, el liderazgo y la responsabilidad global”.
“La elección de León XIV marca un momento histórico no solo para la Iglesia Católica, sino también para Estados Unidos”, declaró Hurd el 18 de julio. “Esta legislación garantiza que cualquier estadounidense que responda al llamado a liderar a más de mil millones de católicos en todo el mundo pueda hacerlo sin arriesgar su ciudadanía ni enfrentar cargas fiscales innecesarias”.
El proyecto de ley, copatrocinado por otros seis republicanos —los representantes Mike Kelly, de Pensilvania, Stephanie Bice, de Oklahoma, Glenn Grothman de Wisconsin, Michael Lawler de Nueva York, Brian Jack de Georgia y Charles Fleischmann de Tennessee—, eximiría a un papa estadounidense de presentar declaraciones de impuestos en Estados Unidos o de pagar impuestos federales durante su pontificado. Cuatro de los copatrocinadores —Kelly, Bice, Lawler y Fleischmann— son católicos.
Preocupaciones del Vaticano impulsan la legislación
La legislación surge tras la elección en mayo del cardenal Robert Prevost como Papa León XIV, el primer ciudadano estadounidense en liderar la Iglesia Católica. Originario de Chicago, Prevost posee doble nacionalidad: estadounidense y peruana, esta última desde 2015, del país donde se desempeñó como sacerdote misionero y obispo durante casi dos décadas.
Funcionarios del Vaticano han expresado su preocupación por las implicaciones de la ciudadanía estadounidense de Prevost, en particular en lo que respecta a las obligaciones fiscales y la posible responsabilidad civil
Según The Pillar, altos funcionarios de la Secretaría de Estado del Vaticano temen que la legislación fiscal estadounidense, que exige a los ciudadanos presentar declaraciones anuales e informar sobre sus ingresos a escala mundial, pueda extenderse a los fondos del Vaticano bajo el control del Papa, tales como el Óbolo de San Pedro, las cuentas discrecionales para gastos papales y prioridades caritativas.
Si bien el Papado incluye un estipendio modesto, no está claro si constituye un ingreso sujeto a gravamen. Los tres papas anteriores rechazaron el estipendio, y se desconoce si el Papa León XIV lo aceptará.
El proyecto de ley de Hurd eliminaría la necesidad de dichas declaraciones financieras al Servicio Interno de Impuestos (IRS por sus siglas en inglés), lo que haría irrelevantes los posibles litigios sobre las finanzas del Vaticano.
Además, el proyecto de ley garantiza que la ciudadanía estadounidense de un Papa no pueda ser revocada durante su mandato. El Departamento de Estado de EE.UU. señala que ejercer como Jefe de Estado extranjero no implica automáticamente la pérdida de la ciudadanía, pero puede dar lugar a una revisión debido a “cuestiones complejas de derecho internacional”, incluida la inmunidad ante la jurisdicción estadounidense.
Al ser preguntado en mayo sobre la ciudadanía del Papa León, un portavoz del Departamento de Estado declinó hacer comentarios, alegando la política de no abordar casos individuales.
Preocupaciones sobre responsabilidad en los tribunales estadounidenses
Más allá de los impuestos, a los funcionarios del Vaticano les preocupa la posible responsabilidad civil relacionada con la ciudadanía estadounidense del Papa León XIV.
Durante décadas, los demandantes en tribunales estadounidenses han intentado mencionar a la Santa Sede en demandas, en particular en casos de abuso clerical, alegando su responsabilidad en la gestión de dichos asuntos.
La condición de entidad soberana de la Santa Sede históricamente le ha otorgado inmunidad legal en los tribunales estadounidenses. Sin embargo, nombrar a “Robert Prevost”, ciudadano estadounidense, como demandado en demandas civiles podría complicar esta inmunidad.
La jurisdicción de largo alcance de algunos estados de EE.UU. permite que se nombre a no residentes en demandas, lo que plantea dudas sobre si la ciudadanía de Prevost podría exponerlo a responsabilidad personal.
Si bien los expertos legales consideran improbable que estos casos prosperen, cualquier intento probablemente daría lugar a litigios prolongados. Un portavoz del representante Hurd aclaró que el proyecto de ley no aborda las protecciones contra demandas civiles.
Implicaciones más amplias
La Ley de Protección de la Santa Soberanía destaca los desafíos únicos que plantea un Papa estadounidense, un escenario sin precedentes en la historia de la Iglesia Católica.
Al abordar cuestiones fiscales y de ciudadanía, la legislación busca garantizar que un Pontífice estadounidense pueda centrarse en liderar la Iglesia global sin tener que lidiar con las complejas obligaciones legales de Estados Unidos.
A medida que el proyecto de ley avanza en el Congreso, es probable que genere debate sobre el encuentro entre el derecho nacional y el liderazgo religioso internacional. Por ahora, subraya la importancia histórica de la elección del Papa León XIV y las nuevas preguntas que plantea tanto para el Vaticano como para Estados Unidos.
(Raju Hasmukh, con información de The Pillar)
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