lunes, 01 de diciembre de 2025
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¿Puedo rezar mientras conduzco?

Es necesario orar siempre y no desanimarse” (Lc 18,1).

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Foto: Youssef Samuil / Pexels

Redacción (01/12/2025 11:17, Gaudium Press) Para responder adecuadamente a la pregunta del título, debemos recordar qué es la oración. El Catecismo de la Iglesia Católica adopta la definición clásica: “La elevación del espíritu hacia Dios” (CIC 2098). Pero ¿cuándo podemos elevar nuestra mente hacia Dios? “Es preciso orar siempre y no desanimarse” (Lc 18, 1), nos responde el Evangelio.

Por lo tanto, nunca se reza demasiado, siempre que no se abandonen los deberes de estado. El Papa Benedicto XVI declaró en una audiencia el 11 de mayo de 2011: “El hombre sabe, en cualquier caso, que puede dirigirse a Dios, sabe que puede rezarle. Santo Tomás de Aquino, uno de los grandes teólogos de la historia, define la oración como la ‘expresión del deseo del hombre hacia Dios’”.

Entonces, concretamente, ¿podemos rezar mientras conducimos? Sin duda. ¿Podemos rezar el Rosario en el tráfico? ¡Por supuesto! Pero ¡cuidado! La oración es un acto muy importante. Rezar en el tráfico no exime del deber de dedicar un tiempo especialmente a Dios.

La oración realizada mientras se realiza alguna actividad debe ser la expresión de un corazón deseoso de santificar cada momento del día. También puede surgir de la contingencia de que alguien se encuentre demasiado ocupado con el trabajo, pero no quiera dejar de rezar el Rosario. ¡No hay problema!

Pero normalmente, la oración realizada en una iglesia tendrá mucho más valor. Así afirma San Juan Crisóstomo, cuyas palabras también se pueden aplicar a las oraciones que se rezan fuera de casa, por ejemplo, en el coche: “Aunque puedas, de hecho, rezar en tu casa, no sabrás rezar allí como en la iglesia (…). Cuando invocas al Señor en privado, no eres tan escuchado como cuando lo haces en compañía de tus hermanos. Hay algo más en la iglesia: la unión de espíritus y voces, el vínculo de la caridad, las oraciones de los sacerdotes” (Sur l’incompréhensibilité de Dieu. Homilía 3: SC 28bis, 219).

Por el P. Ricardo José Basso, EP

(Publicado en la revista Heraldos del Evangelio, noviembre de 2025).

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