Las pastillas de Fray Galvão son famosas y siguen siendo solicitadas por miles de devotos.
Redacción (25/10/2021, Gaudium Press) San Antonio Sant’Anna Galvão, santo brasileño cuya fiesta litúrgica también se celebra este 25 de octubre, es muy conocido por sus ‘píldoras’, que hasta el día de hoy son solicitadas por miles de devotos.
Estas píldoras llevan el nombre de dos eventos que tuvieron lugar en la vida del Santo. El sacerdote solía visitar los hogares de las familias para orar por las mujeres embarazadas que luchaban por dar a luz de forma natural.
Curas milagrosas a través de las píldoras de Fray Galvão
Una vez, un hombre buscó desesperadamente a Fray Galvão, porque su esposa, que ya estaba de parto, corría un gran riesgo de vida. El sacerdote franciscano, muy tranquilamente escribió en tres pequeños trozos de papel un extracto del Oficio de la Santísima Virgen, los enrolló como pastillas. Estas pastillas fueron llevadas a la gestante, quien las tomó y pudo dar a luz a su bebé sana y sin grandes dificultades.
El pasaje del Oficio Mariano escrito por Santo Antônio Sant’Anna Galvão en los pequeños papeles era el siguiente: “Post partum Virgo inviolata permansisti, Dei Gentitrix Intercede pro nobis”, que traducido del latín significa: “Después del parto, oh Virgen, permaneciste intacta: Madre de Dios, intercede por nosotros ”.
Otro hecho le sucedió a un joven que también buscó en Frei Galvão una cura para sus dolores, que eran causados por cálculos renales. El Santo volvió a escribir un fragmento del Oficio de Nuestra Señora en tres hojas de papel, las enrolló hasta que parecieron pastillas y se las entregó al niño, que después de tomar estas pastillas se curó de todos sus dolores.
¿Cómo hacer pastillas de Fray Galvão?
Desde la muerte de Fray Galvão, estas píldoras benditas han sido producidas por las Hermanas Concepcionistas en Brasil o por voluntarios, que siguen cuidadosamente las pautas dejadas por el Santo. Se hacen manualmente y se entregan gratuitamente a los devotos de San Antônio Sant’Anna Galvão.
Pero es claro que estas pueden ser hechas en cualquier lugar, pues son simplemente un medio para que por intercesión del santo, se pidan a Dios ciertos favores.
Pero si se quieren seguir el camino de las pastillas que hacen las monjas concepcionistas en San Pablo-Brasil, es este: Las pastillas son de fino papel de arroz. Ahí se coloca una jaculatoria o una alusión a la Madre de Dios, preferiblemente la arriba indicada, usada por el Santo. Lo que se busca es que se haga una novena, es decir, que se rece durante nueve días pidiendo el favor. La costumbre es que se ingieran tres pastillitas diarias, durante nueve días.
Pero es claro que lo principal, son la fe, la pureza de intención, la confianza y la perseverancia en la oración a partir de esta devoción. (EPC)
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