Menú 
Con la renuncia de don Julián se abre paso a una nueva elección. El candidato fuerte sería don Stefano Alberto.
Redacción (16/11/2021 09:49, Gaudium Press) La renuncia del P. Julián Carrón, sacerdote español y presidente de la Fraternidad de la comunidad Comunión y Liberación, está siendo presentada como un hecho que busca facilitar, al interior de su comunidad, la renovación exigida por el reciente Decreto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que lleva como título “Las Asociaciones de Fieles”.
Ese decreto entró en vigor el pasado 11 de septiembre, y en uno de sus aparte declara que “Los mandatos en el órgano directivo central a nivel internacional pueden tener una duración máxima de cinco años cada uno”; en su artículo 2 se dice que “Una misma persona puede ocupar el cargo en el órgano directivo central a nivel internacional por un período máximo de diez años” (Art. 2).
Sin embargo, desde hace ya varios días, algunos analistas hablan de no las mejores relaciones entre Comunión y Liberación y el Vaticano.
Por ejemplo, se resalta la no asistencia de don Julián Carrón al encuentro entre el Papa y los movimientos eclesiales del pasado 16 de septiembre, a pesar de la invitación personal hecha por el Cardenal Kevin Farrel, prefecto del dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Tampoco estuvo presente en esa ocasión Antonella Frongillo, presidenta de Memores Domini, la asociación laical de Comunión y Liberación, a la que el Vaticano le nombró recientemente un Delegado especial con funciones de gobierno, Mons. Filippo Santoro.
¿Cuáles serían las razones de esa tensión entre Comunión y Liberación y el Vaticano? Los medios levantan ciertas hipótesis, que no se afirman como certezas.
Lo cierto es que la renuncia de don Julián Carrón abre paso a la elección de un nuevo presidente. Se especula como fuerte candidato, a don Stefano Alberto, muy ligado a don Julián.
En su carta de renuncia, don Julián expresa que “ha sido un honor” ejercer la presidencia por tantos años [este era su tercer período después de la muerte del fundador, don Luigi Giussani], y pide que se siga “siendo testigos de la gracia del carisma dado or el espíritu santo a Don Giussani, que hace de Cristo una presencia real, persuasiva y decisiva, que nos ha investido y arrastrado a un flujo de vida nueva, para nosotros y para el mundo entero”.
Con información de Infocatolica
Deje su Comentario