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La cruz restaurada fue transportada en helicóptero. Había sido cortada el pasado 11 de mayo, por vándalos que dejaron consignas anticristianas.
Redacción (21/07/2020 13:14, Gaudium Press) El pasado viernes 17 de julio, la gran cruz de 10 metros y cerca de una tonelada de peso, que dominaba el pico Saint Loup al norte de la ciudad francesa de Montpellier, fue puesta nuevamente en su lugar.
Esa cruz metálica – que dominaba un amplio panorama, toda la cuenca de Montpellier – había sido cortada el 11 de mayo pasado, usando al parecer no una sierra sino una taladradora, a un metro de la base. Era clara la intención anti-católica de los atacantes, porque además de dejar grafittis pidiendo “pico laico”, dibujaron una inscripción en inglés que evocaría el ‘poder’ de los brujos. Los vándalos aprovechaban que un día atrás había sido decretado el confinamiento en Francia.
Operación eficiente y rápida
La cruz restaurada fue trasportada en helicóptero, y en una operación eficiente y rápida fue puesta nuevamente en su sitio. Ya había sido esta bendecida por Mons. Alain Guellec, obispo auxiliar de Montpellier.
La cruz metálica había reemplazado una de madera en 1911, y constituía todo un símbolo cristiano para la región del Languedoc, también por su visibilidad en un pico de 600 metros de altura.
“Era un emblemático lugar para los habitantes de [la región de] Hérault y toda la cuenca de Montpellier porque era visible desde todas partes”, declaró poco después del ataque a la cruz el P. Michel Plagniol, rector de la Catedral de San Pedro, en Montpellier. “Podíamos verla desde toda la planicie costera de Montpellier. Muchas personas iban allí para una caminata y escalar la colina”, añadía.
En este momento, la cruz nuevamente está de pie, dos meses después de haber sido cortada.
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