El P. Karl Wallner, es cisterciense y director de Missio Austria, entidad caritativa que apoya a la Iglesia universal
Redacción (24/08/2021 12:21, Gaudium Press) El P. Karl Wallner, cisterciense y director de Missio Austria, parece que un día reciente no aguantó más y sacó lo que tenía en lo más profundo de su corazón. Él mismo casi lo dice así en esa homilía: “Perdonen si hoy me he dejado llevar un poco”. Ese “hoy” fue en un sermón sobre la parábola de Jesús de los obreros de la viña. Missio Austria es una de las más grandes organizaciones de donación del país , que busca fortalecer el crecimiento de la Iglesia universal, particularmente en los países pobres.
El sermón, publicado por Missio Austria, fue abonado con frases lapidarias: “Queridas hermanas y hermanos, hoy asistimos a la muerte del cristianismo en Occidente”. Se refería a la apostasía de Occidente y la contraponía con la fe fuerte que por ejemplo tienen los conversos al cristianismo desde el Islam: “Este cristianismo decadente que tenemos aquí no merece seguir existiendo, no puede seguir así”.
El sacerdote lamentaba el abandono de muchos afganos que habían ayudado a las potencias occidentales en su país, afirmaba que “el islamismo está triunfando”, y recordaba que “los regímenes totalitarios de alrededor, como China y Rusia, ya han reconocido al gobierno talibán”.
Confrontaba el P. Wallner la fe de unos “bautizados que vienen del Islam y que tienen tanto anhelo por experimentar aquí la libertad y la dignidad de la mujer, mientras que en nuestro país se sirve a la ideología de género en el lenguaje, lo que destruye nuestro idioma alemán. Estos son nuestros problemas. Y que la bandera del arco iris ondee también en el campanario de todas las iglesias, si es posible. Esos son nuestros problemas”.
“Este cristianismo decadente que tenemos aquí no merece seguir existiendo, no puede seguir así”
Propuso el sacerdote todo un programa de re-cristianización:
«En esta agonía del cristianismo, necesitamos urgentemente centrarnos en lo esencial de la fe, lugares donde se rece y se experimente la fe. Como solían ser nuestros monasterios y lugares de peregrinación. Necesitamos nuevos modelos donde se pueda experimentar el cristianismo, la fe cristiana a todos los niveles. Necesitamos un campo de misión en las afueras de Viena, con casas de oración; necesitamos estudios de televisión allí para poder proclamar por fin a través de los medios de comunicación. ¿Dónde está la Iglesia con sus cadenas de televisión? Todo el mundo difunde su ideología por todas partes, ¿y la Iglesia? Tenemos el mandato de proclamar a los cuatro vientos, ¿dónde estamos? ¡No estamos allí, querida gente!….Es una necesidad crear esos lugares donde la fe cristiana es atacada por las ideologías de género y todo lo que se ofrece contra la iglesia y el cristianismo. Necesitamos este campo de misión… donde la fe cristiana pueda vivirse, donde pueda crecer y donde pueda reencender a otros».
Con información de Infocatolica
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