San Alejandro de Alejandría formó al más grande luchador contra una de las peores herejías de todos los tiempos, el gran San Atanasio.
Redacción (26/02/2022 06:04, Gaudium Press) Hoy celebramos a San Alejandro, patriarca de Alejandría, quien asumió esa sede africana en el 313, y que tuvo que enfrentar a Arrio, el heresiarca que tanto hizo sufrir a la Iglesia, ese que en el fondo negaba la divinidad de Jesús.
Arrio, ese hombre como se diría hoy de mucho ‘carisma’, porte impactante, de aspecto grave, conversación dulce y agradable, costumbres que parecían austeras, pero vanidoso cuanto el que más, como el demonio, sobre todo cuando fue ordenado sacerdote y encargado de la enseñanza pública de las sagradas letras.
Se torna su enemigos porque no fue elegido
Muere San Aquileo, obispo de Alejandría y Arrio ya se veía su necesario sucesor. Y por eso no pudo soportar con humildad la elección de San Alejandro, tornándose su enemigo mortal.
Por esa época comenzó a difundir su doctrina perniciosa, que atacaba la divinidad de Cristo.
San Alejandro primero consiguió que fuese excomulgado. Por ello Arrio se fue a Palestina, allá consiguió algunos adeptos entre los obispos, como Eusebio de Nicomedia.
San Alejandro después de la excomunión que hubo en Alejandría contra Arrio, escribió una carta al obispo Alejandro de Constantinopla y una carta encíclica a los demás obispos, exponiendo la herejía y la condenación al heresiarca, y con ello ya fue acirrando la batalla contra Arrio.
Aparece en escena el gran San Atanasio
Al final, fue el Concilio de Nicea – con 318 padres sinodales – el que creó la fórmula de la fe re-afirmatoria de la divinidad de Jesús, y condenó las doctrinas arrianas. En ese concilio se destacó el gran San Atanasio, que era secretario de San Alejandro y quien le sucedió.
Por tanto, San Alejandro formó a un coloso, el santo anti-arriano por excelencia, quien casi podría decirse por esos días albergó en su seno a la Iglesia, porque fueron él, San Atanasio y otros muy pocos, los obispos en donde se refugió la fe verdadera. Fue tan perseguido San Atanasio, que en un momento tuvo que ir a vivir en la tumba de los padres para que no lo capturaran.
Pero San Atanasio terminó quebrando el arrianismo, y ese quiebre fue preparado por San Alejandro de Alejandría.
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