El Santo alemán, después de ordenado, se le destinó a la educación. Pero Dios lo quería para la misión universal.
Redacción (15/01/2024, Gaudium Press) El Santo de hoy, San Arnoldo Jansenn, nace en Goch, Alemania, en 1837.
Su familia, de profunda laboriosidad y religiosidad, le legó esas virtudes.
Se ordena como sacerdote para la diócesis de Münster en 1861, y se le destina a la enseñanza, en una escuela secundaria.
Por su devoción al Corazón de Jesús es nombrado director diocesano del Apostolado de la Oración.
Sintiendo un interés creciente por la misión universal de la Iglesia, funda “El pequeño mensajero del Corazón de Jesús en 1873, revista mensual con noticias misionales, en la que animaba a los cristianos de lengua alemana a ayudar en las misiones.
Va a Holanda
Con el apoyo de varios obispos, funda en Steyl, Holanda, una casa misional, que sería la semilla de su congregación de los Misioneros del Verbo Divino.
El 2 de marzo de 1879 parten los dos primeros misioneros a la China, uno de ellos santo, San José Freidanemetz. Miles de laicos se van sumando a las labores de la nueva congregación, con lo que surge la rama de hermanos. Pronto se inaugura una imprenta en la casa de Steyl.
Entre los voluntarios que se acercan a ayudar en las labores de la Casa, se encuentra un virtuoso ramillete de mujeres. En ellas se generaría la semilla que daría en las “Siervas del Espíritu Santo”.
En 1896 San Arnoldo también fundaría la rama de clausura, las “Siervas del Espíritu Santo de Adoración Perpetua”. Su misión: Rezar día y noche por la Iglesia, particularmente por las otras dos congregaciones hermanas, y adorar por siempre al Santísimo Sacramento del Altar.
Muere San Arnoldo Janssen el 15 de enero de 1909. Lo beatifica Pablo VI en 1975 y es canonizado por Juan Pablo II en el 2003.
Con información de El Testigo Fiel
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