Bernabé nació en Chipre. Vendió unas tierras que allá tenía, y entregó ese dinero a los apóstoles para la evangelización. Rápidamente se dio cuenta que el converso Saulo sería un gran instrumento de Dios.
Redacción (11/06/2022 14:22, Gaudium Press) El Apóstol Bernabé es una de las grandes figuras de los primeros tiempos de la Iglesia. Realza su figura el que haya sido uno de los ‘descubridores’ del apóstol Pablo. Se le llama también Apóstol, pues aunque no era uno de los 12 así habla de él los Hechos de los Apóstoles. Muy probablemente haya sido uno de los 70 discípulos de Cristo mencionados en la Escritura.
Hizo lo que debía haber hecho el mozo rico del Evangelio
Hombre generoso, tenía como nombre primero el de José, pero los Apóstoles lo llamaron Bernabé, que significa “el que anima y entusiasma”. De él cuentan los Hechos de los Apóstoles que era “levita [de la tribu de Leví], natural de Chipre, tenía un campo; lo vendió y llevó el dinero a los pies de los Apóstoles”, es decir su suma generosidad contrasta con la del mozo rico del Evangelio.
Se dice que es uno de los ‘descubridores’ del Apóstol Pablo, porque cuando después de su conversión en Damasco San Pablo fue a Jerusalén, los cristianos no confiaban en él por su pasado, le seguían huyendo, pero Bernabé lo condujo hasta los apóstoles, les mostró que su conversión era sincera y lo introdujo así en lo más alto de la militancia cristiana.
San Pablo tuvo que huir de Jerusalén pues sus antiguos patronos ahora querían matarlo, y se refugió en su tierra natalicia de Tarso.
Antioquía, ciudad de gran apostolado para Bernabé
Mientras tanto, el cristianismo hacía grandes progresos en Antioquía, al norte de Jerusalén, donde se empezaron a enseñar las doctrinas de Jesús y a darle los sacramentos a los paganos con gran éxito, gran difusión, y gran alegría para todos. Bernabé, era uno de los principales apóstoles en Antioquía.
Pero movido por Dios, quiso Bernabé ir hasta Tarso para que San Pablo se sumara a este apostolado, a lo que accedió Saulo con gran alegría. Por un año estuvieron misionando en Antioquía con mucho fruto por la gracia del Espíritu Santo. Allí, en Antioquía, por primera ver los discípulos de Cristo comenzaron a llamarse ‘cristianos’.
Un día, en Antioquía, estando los cristianos en oración, el Espíritu Santo habló por boca de un profeta e indicó: “Separen a Bernabé y Saulo”, para una misión. Comenzarían así lo viajes apostólicos de Pablo.
Fueron a evangelizar a Chipre, la tierra de Bernabé y allí también los frutos del apostolado fueron excelentes, tanto que llegaron a convertir al propio gobernador, Sergio Pablo.
Después Bernabé y Pablo partieron a ciudades del Asia Menor. Estuvieron en Antioquía de Pisidia; Iconio, de donde tuvieron que huir por una conspiración tramada por judíos; en Listra, donde San Pablo curó milagrosamente a un paralítico y por ello quisieron los habitantes honrar a Bernabé como Zeus y a Pablo como Mercurio, cosa que los apóstoles de Cristo impidieron. Pero luego llegaron allí judíos de Iconio, que difundieron calumnias e hicieron que se apedrease a San Pablo, quien milagrosamente se recuperó del ataque.
Pablo y Bernabé se hacen portavoces de los paganos convertidos
Cuando regresaron a Antioquía, Bernabé y San Pablo se encontraron con que había ya dos partidos entre los cristianos: los que querían que todos los prosélitos, incluyendo los paganos, se circuncidasen y cumplieran todos los detalles de la ley mosaica; y los que decían que no se debía obligar a los hasta hace poco paganos a todo ello, sino sólo a cumplir las leyes principales y sobre todo a aprender y seguir la doctrina de Cristo.
Por ello, y para consultar a la cabeza de la Iglesia en la persona de Pedro, fueron enviados a Jerusalén Bernabé y Pablo, a lo que después se conoció como el primer concilio, el Concilio de Jerusalén. Allí se determinó que no se debía obligar a los paganos a cumplir con todos los detalles de la ley mosaica; pero también los apóstoles y toda la comunidad cristiana escucharon con alegría las santas aventuras de Bernabé y Pablo en tierra paganas.
Bernabé regresa a Chipre
Regresando a Antioquía, Pablo y Bernabé tomaron rumbos apostólicos diversos: Bernabé regresó a evangelizar Chipre, y San Pablo emprende su segundo gran viaje apostólico.
A San Bernabé se le atribuye la autoría de la Carta de San Pablo a los Hebreos.
Escritos apócrifos afirman que San Bernabé viajó también a Roma, y que murió en Salamina alrededor del año 70, por mano de judíos que lo lapidaron.
Con información de EWTN y Catholic.net
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