viernes, 22 de noviembre de 2024
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San Claudio de la Colombière, jesuita, confesor y defensor de la monja mística del Sagrado Corazón

Fue confesor y protector de Santa Margarita María Alacoque, la visitandina vidente del Sagrado Corazón.

San Claudio

Redacción (15/02/2023 08:10, Gaudium Press) San Claudio de la Colombière nace en 1641 cerca de Lyon, Francia, exactamente en Saint-Symphorien, de una familia de magistrados de justicia. Su madre le transmitió la fe, semilla que cayó en el buen terreno de su noble espíritu.

Fue alumno de los jesuitas de Lyon, formación que marcó su espíritu, y lo llevó luego a profesar en la Compañía. Siendo aún estudiante, sus cualidades hicieron que fuera escogido como preceptor de dos hijos del famoso ministro de economía de Luis XIV, Colbert.

Allí, a su vez, él recibió muchos conocimientos, se convirtió en un hidalgo.

El P. Nicolás La Pesse, editor de sus “Sermones”, así describe los principales rasgos de su carácter: “Espíritu vivo, juicio seguro, fino y penetrante, alma noble, savoir faire [saber hacer] y gracia. Se distinguía sobre todo por su manera de pensar y por la elegancia y precisión de expresión. Cuando hablaba con las personas, su distinción y dulzura conquistaba los espíritus y los corazones. La unión con Dios transparecía en su rostro y en sus palabras. La oración en él era habitual. Como era recto y esclarecido, consideraba con extrema justicia cualquier asunto que tuviese que tratar”.

Se ordena sacerdote en 1669, y es enviado a dar lecciones en el Colegio de la Trinidad, por 3 años. Hizo el voto de “observar las Constituciones [de la Compañía de Jesús], las reglas comunes, las reglas de la modestia las de la vida Sacerdotal” de manera eximia.

Es preciso ser santo para hacer santos” escribió un día, y por eso le pidió a Dios ser alcanzar ese grado de virtud, lo que le fue concedido.

Va a Paray-Le-Monial

Un día su autoridad lo traslada como superior de los jesuitas de Paray-le Monial. Ahí, en el convento de las visitandinas de esa ciudad, conoce a una monja que decían estar favorecida con gracias místicas, la Hna. Margarita María.

Cuando la religiosa lo conoció, escuchó una voz interior que le decía: “He aquí a aquel que te envío”. El P. Claudio se convirtió en su director espiritual, ella que el mundo conocería como la Santa mística del Sagrado Corazón de Jesús. Ese jesuita –ya reconocido por su prudencia y virtud– sirvió de defensa de la monja.

San Claudio 2Pero la obediencia hizo que San Claudio se trasladase a Inglaterra. Fue escogido como el confesor de la esposa del que sería el rey Jaime II. Esto ocurrió en 1676.

Su personalidad comenzó a atraer a mucha gente. Visitaba enfermos, rescató de la apostasía a muchos sacerdotes, inculcaba la devoción al Sagrado Corazón. Pero el odio del demonio y de los herejes se desencadenó, y San Claudio fue acusado falsamente de un complot contra el rey, por lo que fue enviado a los oscuros calabozos del King’s Bench.

En diciembre de 1678 fue expulsado de Inglaterra rumbo a Francia. Ya estaba muy enfermo, en prisión se le había desarrollado la tuberculosis.

Antes de morir, inculcó entre los jesuitas cercanos la devoción al Corazón de Jesús.

Muere en Paray-Le-Monial el 15 de febrero de 1681.

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