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Cuenta San Gregorio Magno que cuando su tía Tarsila estaba en trance de muerte, apareció el Papa San Félix para llevarla al cielo. San Félix era bisabuelo de San Gregorio.
Redacción (01/03/2024, Gaudium Press) Hoy celebramos, entre otros santos, a San Félix III Papa.
Dice el Martirologio Romano, catálogo de mártires y santos de la Iglesia, que San Félix III fue antepasado del gigante San Gregorio Magno, aquel que envió los primeros monjes a Inglaterra y que es doctor de la Iglesia.
Cuenta San Gregorio Magno que cuando su tía Tarsila estaba en trance de muerte, apareció el Papa San Félix para llevarla al cielo. Se sabe poco acerca de la vida de este santo pontífice. Su nombre se relaciona con la lucha contra los monofisitas, esos que decían que en Jesús había una sola naturaleza, la divina, cuando en Jesús hay naturaleza divina y humana, y eso lo hacía puente (pontífice) entre el género humano y la divinidad.
La historia es que en el año 482 el emperador Cerón publica un documento, el “Henotikon”, hecho para aplacar a los monofisitas, pero que pasaba por alto las decisiones del Concilio de Calcedonia; el autor de ese documento era Acacio. Dos años después, San Félix Papa convoca un concilio en Letrán, que excomulga a Acacio y sus seguidores por haber traicionado la fe católica. De esa manera San Félix se incluye magníficamente en la pléyade de los Papas que defienden la doctrina de la Iglesia contra el poder secular, en sentido contrario a buena parte de los jerarcas orientales de entonces, que se sometían sumisos a las decisiones en materia religiosa de los emperadores de Oriente.
San Félix luchó por fortalecer la Iglesia de África, que sufría por la persecución de los bárbaros vándalos, que se habían pervertido a la herejía arriana. Después de 9 años de pontificado, muere San Félix III en el 492.
Con información de El Testigo Fiel
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