Un obispo medieval, que defendió los derechos de la Iglesia, “lleno de viril paciencia”.
Redacción (29/03/2023 08:34, Gaudium Press) Hoy la Iglesia conmemora entre otros santos, al obispo San Guillermo de Tempier. “Tempier” parece haber sido un nombre de familia (es decir, antecedente de lo que hoy llamamos ‘apellido’).
Probablemente San Guillermo nació en la propia Poitiers. La primera mención que se hace de él es como canónigo de San Hilario de la Celle, en la misma población.
Es hecho obispo de la gran ciudad francesa de Poitiers en 1184.
Un documento de ese año dice que él que era “lleno de viril paciencia en las persecuciones sufridas por la defensa de los derechos de la Iglesia”. No se sabe bien cuáles fueron estas persecuciones, pero es probable que su acción haya sido la de negar la intervención de poderosos terratenientes en cuestiones eclesiásticas.
Un documento posterior, de 1191, lo llama Guillermo el Fuerte, también por no dejarse doblegar en los derechos de su sede. Ese año obligó a uno de sus vasallos a prestarle el debido homenaje.
Muere el 29 de marzo de 1197, y es enterrado en la capilla de la Virgen en la basílica de San Cipriano de Poitiers.
Su fama crece sobre todo después de muerto, traspasando las fronteras de Francia, pues en su tumba empiezan a obrarse milagros de curación. En el siglo XVI las reliquias fueron reconocidas. Se las veneró allí mismo hasta la Revolución Francesa, cuando fueron dispersadas, pero una pequeña porción había sido entregada a la iglesia de San Hilario de la que había sido canónico, y se libró de la destrucción por una mano piadosa que la escondió.
Con información de El Testigo Fiel y Catholic.net
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