San Hilario organizó muchas disputas religiosas en Galia y España.
Redacción (28/02/2022 08:26, Gaudium Press) A la muerte de un gran Papa siempre hay una sensación de vacío muy grande. Fue lo que ocurrió tras el deceso de San León Magno, en el 461. Pero este vacío quedó en buena parte colmado por la llegada de su sucesor, el diácono Hilario, uno de los santos que la Iglesia honra especialmente hoy.
No se conoce casi nada de la vida personal de San Hilario Papa.
Según el Liber Pontificalis San Hilario era de Cerdeña. Había actuado como legado de San León Magno en el “Sínodo de los Ladrones” de Éfeso en el 449, donde luchó por los derechos de la Santa Sede y defendió el legado de un santo perseguido San Flaviano de Constantinopla. Tuvo que huir de ese sínodo.
Se sabe que en una ocasión enfrentó al emperador Antemio, que estaba favoreciendo a personas de doctrinas erradas.
También se conocen sus esfuerzos porque los clérigos siguieran las normas disciplinarias.
Se destacan las órdenes administrativas para Galia y España, donde la desorganización política hacía difícil el gobierno de la Iglesia. San Hilario hizo valer los derechos de la Santa Sede en las disputas religiosas en estos territorios, y también allí luchó por vigorizar la disciplina eclesiástica.
Se considera que murió en febrero del 468, por lo que habría gobernado poco más de seis años.
San Hilario erigió iglesias y otros edificios en Roma. También construyó un convento, dos baños públicos y bibliotecas en las cercanías de la iglesia de San Lorenzo Extramuros. Construyó otro convento en las murallas de Roma.
Fue enterrado en la iglesia de San Lorenzo Extramuros.
Con información de Enciclopedia Católica – Aciprensa
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