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El patrono de los abogados nace en Beauvais, Francia, alrededor de 1040.
Milagro durante una misa de San Ivo – Catedral de San Pedro, Vannes, Francia
Redacción (23/12/2022 07:25, Gaudium Press) San Ivo de Chartres, patrono de abogados y juristas, es uno de los santos que la Iglesia conmemora hoy.
Ivo nace en Beauvais, de familia acaudalada, alrededor de 1040. Va a estudiar primero a París y luego a la Abadía de Bee en Normandía, donde escucha las conferencias de Lanfranc.
Por vuelta de 1080 su obispo intercede para que sea prior de los canónigos de St Quentin, en Beauvais. Diez años después es escogido como obispo de Chartres, teniendo como tarea entre muchas reparar los daños cometidos por el anterior prelado, Geoffroy, que había sido depuesto por simonía. Al principio tuvo luchas con los protegidos de Geoffroy pero finalmente gobernó y santificó esa Iglesia local por espacio de 25 años.
Entre sus virtudes, muchas, se fue destacando la de agudo jurista, devoto del papado, pero también defensor de los legítimos fueros. Por su sabiduría era muy consultado en cuestiones teológicas, litúrgicas, políticas y canónicas. Se le considera el más importante canonista de Occidente antes de Graciano.
Sus cartas y sermones revelan a un hombre cumplidor de sus deberes, lleno de celo y piedad, cabal y equilibrado en sus juicios.
Foto: Wikimedia Commons
Cuando tuvo que enfrentar al propio rey, lo hizo: Felipe I quería abandonar a Berta, su esposa, para casarse con Berthrade de Anjou. Esto ocurría en 1092, cuando San Ivo ya estaba regiendo la sede de Chartres. En una época en que los reyes temían y respetaban a la Iglesia, pero eran medio bárbaros aún, la oposición del Obispo le valió a este que fuera recluido en prisión por un tiempo.
Se pronunció ampliamente sobre los temas de las luchas de las investiduras, es decir los conflictos entre los emperadores del Sacro imperio y los Papas por la provisión de las rentas y los títulos eclesiásticos. Aunque murió en 1116, antes de la firma del concordato de Worms que zanjó la cuestión, se afirma que sus esfuerzos e ideas preparanron el camino para un acuerdo satisfactorio.
Sus cartas aún son de interés para la profundización de la cuestión Iglesia-Estado, y también para el análisis de la eficacia de los sacramentos administrados por herejes, el pecado de simonía, etc.
La influencia de las obras de este Obispo es manifiesta en los escritos de casi todos los teólogos y canonistas de su época y los de algún tiempo después. Alger de Lieja y Hugo de San Víctor, entre otros, dependen de materiales reunidos en el “Decretum” y en la “Panormia”, siendo el primero una colección de diecisiete libros, y el segundo de ocho libros de cuestiones canónicas, obra de Ivo de Chartres.
Graciano –uno de los más famosos canonistas de todos los tiempos– se nutre también del trabajo de San Ivo.
Con información de la Enciclopedia Católica
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