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El Papa Juan I fue hasta Constantinopla, en medio de las pugnas entre un Teodorico arriano y un Justino cristiano.
Foto: Vatican Media
Redacción (18/05/2022 09:05, Gaudium Press) San Juan I, Papa y mártir, tuvo una vida con trama, con enredo.
Nace en la Toscana, y es elegido Papa en el año 523, sucediendo así a San Hormisdas.
Gobernaba en Italia desde hacía tiempo Teodorico el godo, que era arriano, pero que había tratado bien a los católicos.
Ocurrió que el emperador en Constantinopla mandó cerrar todos los templos arrianos de la ciudad, además de prohibir que los arrianos ocuparan cargos públicos. Al ver esto, Teodorico quiso obligar al Papa a que fuera donde el emperador Justino para que cambiase esas leyes, a lo que se negó San Juan I.
Pero la embajada sí la realizó el Papa, a contragusto, y viajó a Constantinopla, donde fue recibido con entusiasmo por el emperador y el pueblo. El Papa animó la fe de los fieles de Oriente, y los instó a no dejarse contaminar por las herejías. Algunos relatos cuentan que el Papa Juan sí quiso que el emperador tratase con más moderación a los arrianos.
Lo cierto es que durante la ausencia del Papa, el odio de Teodorico hacia los católicos en Italia creció.
El rey Teodorico incluso había comenzado una persecución contra algunas figuras católicas de destaque.
Finalmente el emperador Justino se mantuvo firme en sus medidas contra los arrianos, esto enfureció al rey Teodorico, lo que lo movió a encarcelar en oscuro calabozo al Papa. Después de meses de reclusión y maltratos, muere el Papa Juan I prisionero.
Es por tanto mártir.
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