sábado, 23 de noviembre de 2024
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San Juan Ogilvie, noble, jesuita, primero ‘traicionar’ al rey pero no traicionar a Dios

Era de familia noble escocesa. El papá cometió el ‘error’ de mandarlo a estudiar al continente.

San Juan de Ogilvie

Redacción (10/03/2023 07:26, Gaudium Press) Hoy la Iglesia conmemora, entre otros santos, al escocés San Juan Ogilvie, sacerdote de la compañía de Jesús, muerto mártir bajo el reinado de Jacobo VI en 1615.

Nace Juan en familia noble, en Drum-na-Keith, Escocia, en 1579. Su familia no era católica sino calvinista. Pero su padre cometió el ‘error’ de enviarlo a estudiar a Francia, Italia y Alemania. Esto ocurría cuando él tenía 13 años, y fue entonces que tuvo los primeros contactos con la Iglesia.

Se convirtió al catolicismo e ingresó al colegio escocés de Lovaina en 1596. De esa manera rompía sin miramientos con su ‘futuro brillante’ y también con su familia.

Entra al noviciado jesuita en 1599 y se ordena luego sacerdote en París en 1610. Después de tres años de ministerio en Ruán, obtiene el permiso para regresar a Gran Bretaña.

Entra al país por el puerto de Leith, en Edimburgo, en 1613, con la ayuda de un antiguo oficial que ahora se dedica al comercio de caballos; lo hace con el seudónimo de Juan Watson, y aparentando ser también un mercader de estas bestias. Sabía que estaba poniendo en riesgo su vida y que si era descubierto y capturado, el destino inevitable sería el patíbulo.

220px Melchior kusel john ogilvieCentra su actividad en Renfrewshire, Edimburgo y Glasgow. La gracia actúa y comienza a crecer la comunidad que tenía al sacerdote como centro: su celo lo hacía un imán de almas. Finalmente es traicionado y arrestado en Glasgow, el 14 de octubre de 1614.

Lo torturaron; los crueles interrogatorios tenían el fin de que develara a otros católicos. Le negaban el sueño, para llevarlo a la extenuación. Los juicios contra él se prolongaron por meses.

Uno de los puntos que más defendió ante los esbirros, fue la jurisdicción universal del Pontífice romano, inclusive en materia espiritual sobre el rey británico.

Escribió en latín un relato de su prisión, que consiguió hacer entregar a algunos católicos que habían ingresado a la cárcel.

Muere ahorcado el 10 de marzo de 1615, como traidor del rey. Fue el fiel vasallo celestial que no traicionó a Dios.

Con información de Catholic.net

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